La implementación de una reestructuración en el sistema de monitoreo volcánico en Chile, motivada por reducciones presupuestarias, ha generado una serie de inquietudes en la comunidad científica y autoridades locales, principalmente en zonas expuestas a riesgos volcánicos, como es el caso de Pucón.
Según lo solicitado por el Diputado de la República, Miguel Ángel Becker, a partir del 4 de julio de 2025, el Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur (OVDAS) pasará a operar con un sistema automatizado que, aunque innovador, no cuenta con la validación necesaria ni garantiza la cobertura completa de los volcanes actualmente monitoreados.
Esta reestructuración, que incluye la eliminación de la licitación de apoyo en monitoreo volcánico, también contempla una reducción del 30% del personal esencial en el área, lo que provocará una sobrecarga para los profesionales restantes. Además, se modificarán las funciones del personal, se recortarán jornadas laborales y se eliminarán tareas críticas como el análisis avanzado, lo que afectaría la calidad de la vigilancia continua de los volcanes del sur de Chile.
El cambio de paradigma en el monitoreo volcánico tiene implicaciones graves para la seguridad de las comunidades cercanas a estos macizos, especialmente en localidades como Pucón, que se encuentra bajo la constante amenaza del volcán Villarrica, uno de los más activos y populares de la región. La reducción de recursos y personales podría comprometer la capacidad del Estado para responder de manera eficiente ante una posible emergencia volcánica, poniendo en riesgo la seguridad de millas de habitantes y turistas que visitan la comuna cada año.
Ante lo expresado por el parlamentario, la Municipalidad de Pucón expresa una firme oposición a estas modificaciones, señalando que, bajo el liderazgo del alcalde Sebastián Álvarez, la administración local está comprometida con la seguridad de los residentes de la zona lacustre. La prevención de desastres y la seguridad pública son pilares fundamentales del programa de gestión municipal, por lo que los nuevos recortes no se consideran pertinentes ni adecuados para enfrentar los riesgos propios de la actividad volcánica en la región.
El OVDAS, por su parte, ha solicitado una extensión del plazo para la implementación de estos cambios y la contratación de profesionales adicionales para asegurar un monitoreo volcánico de calidad. Además, se ha instalado a las autoridades para abrir un espacio de diálogo para incorporar la visión y la experiencia acumulada durante más de una década de trabajo en la vigilancia volcánica.
Conscientes de la relevancia de mantener un sistema de monitoreo eficiente y preciso, tanto las autoridades locales como los expertos en vulcanología llaman a una revisión de esta reestructuración, priorizando la seguridad de la población y la capacidad del Estado para hacer frente a las amenazas volcánicas que podrían poner en peligro a las comunidades del sur de Chile.
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