Una tradición ancestral en torno a uno de los alimentos más importantes del mundo es lo que posiciona al Sur del país como un polo de desarrollo no solo alimentario, sino que también cultural. Estos y otros temas serán parte de Expo Chile Agrícola. Inscripciones en www.expochileagricola.cl
Pocos alimentos están tan arraigados a una zona específica del país como la papa, especialmente cuando se trata de variedades ancestrales cuya preservación no solo obedece a un deber alimentario, sino que también cultural, en un mundo cada vez más globalizado. En medio de estos desafíos, el Sur de Chile tiene una oportunidad única no solo para ganar soberanía alimentaria.
Este es precisamente el trabajo que está desarrollando el Banco de Germoplasma de INIA. Según explica la investigadora Sandra Alva Ticona, uno de los principales obstáculos son los patógenos, presentes en muchas variedades, por lo que la conservación de semillas libres de estos agentes es clave para garantizar su preservación.
En ese sentido, la clonación de semillas permite replicar una y otra vez las mismas variedades tradicionales de forma controlada y sin factores externos, entregando una oportunidad única para preservar por muchos años el patrimonio culinario de las más de 200 variedades de papas nativas, en que destacan las chilotas.
La investigadora liderará una charla sobre este interesante tema en Expo Chile Agrícola, el evento de capacitación gratuita más grande del país, encabezado por el Ministerio de Agricultura y sus servicios, y organizado por la Fundación de Comunicaciones, Capacitación y Cultura del Agro (FUCOA).
Papa magallánica: una gran oportunidad para la zona más austral del mundo
El viento, las heladas y las bajas temperaturas presentes incluso en verano hicieron de Magallanes una zona hostil para el cultivo de la papa. Pero la herencia chilota de sus colonos pudo más, y esa persistencia cultural, con apoyo, hizo que hace 10 años todo comenzara a cambiar, y hoy están logrando lo impensado: la papa magallánica ya es una realidad.
De la mano del semillero más austral del mundo y utilizando tecnología, cortinas corta viento, mantos térmicos a través de microtúneles y riego por aspersión, ya no solo han logrado consolidar a la papa magallánica como un alimento de la zona, sino que también elaborar subproductos, como papas prefritas y bebida láctea de papa, entre otros.
Según la investigadora de INIA que lidera este notable proyecto, Carolla Martínez, un próximo paso es diferenciar los tipos de papa por etiquetado, especificando para qué fin es cada variedad, y para eso harán un análisis para ver diferencias entre la que es producida en Magallanes versus en otras partes del país.
La especialista estará liderando una charla sobre este tema en la próxima versión de Expo Chile Agrícola. Inscripciones en www.expochileagricola.cl.
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