Cómo se puede ser un buen emprendedor

Yerko Halat (1)Yerko Halat

Gerente general consultora MIND

Nos gusta pensar en el emprendimiento como el motor de la economía, núcleo central de la creación de empleos y fuente inagotable de ideas creativas e innovadoras. En el mundo idealizado, se trataría de jóvenes pioneros, sin dinero y a la espera de un mecenas que -inspirado como ellos en el bien común- les permita dejar de sufrir penurias y “pegarle el palo al gato” como un nuevo Cornershop, Uber o Waze. O dicho coloquialmente, “cambiar el mundo con una app, y en 6 meses”.

Saras D. Sarasvathy, profesora asociada del Darden Graduate School of Business Administration de la University de Virginia, se preguntó si existe algo como un “pensamiento emprendedor”. Ella estipula que todos los emprendedores comienzan con tres preguntas: ¿Quiénes son? -sus rasgos, gustos y habilidades-; ¿Qué saben -su educación, capacitación, experiencia-, y ¿A quién conocen? -redes sociales y profesionales-.

La académica les asigna a los emprendedores un tipo de razonamiento distintivo: si bien un empresario “tradicional” ocupa un “razonamiento causal” que se centra en el esperado retorno para su trabajo, al emprendedor le otorga un “razonamiento efectivo”, que enfatiza en una  “pérdida asequible”. A esto último denominó effectuation.

Los emprendedores son emprendedores, asegura la profesora Sarasvathy, “porque piensan efectivamente, creen en un futuro aún por hacer que puede ser sustancialmente moldeado por la acción humana; y se dan cuenta de que la medida en que esta acción humana puede controlar el futuro, no necesitan gastar energías tratando de predecirlo”.

En Chile observamos crecientemente que se ha ido generando una idea romántica del emprendedor que parte sólo con una idea, sin un plan de negocios, con más ganas que recursos, sin saber bien cómo avanzar. Incluso los emprendedores, entre ellos, se justifican y ostentan un “sacrificio” constante que repiten como karma.

Nunca es bueno idealizar la precariedad. Efectivamente, los emprendedores son uno de los motores de la economía. Pero uno de muchos. Creemos en un emprendimiento que no se justifica en partir “sin nada”, “a la chilena”, “24/7” o dando tumbos en sus primeros años. Creemos en un emprendimiento que toma lo mejor del “empresario”, que se plantea metas y desafíos claros y que trabaja por conseguir objetivos tomando lo mejor de ambas vertientes.

En esta nueva conmemoración del Día del Emprendimiento, hoy más que nunca debemos sumar fuerzas. El empresario al modo “tradicional” no está pasado de moda y el emprendedor no es un superhéroe. Ambos, en un ecosistema dinámico y en una coyuntura como pocas veces ha visto el país, deben ser palancas claves del levantamiento económico tan necesario para Chile. Las fuerzas deben estar del lado de la unión en una estrategia de crecimiento conjunto, con más y mejores herramientas, legislación y oportunidades de apoyo y fomento.  

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