Influenza: signos de alarma en niños y cómo protegerlos
La influenza es una enfermedad que tiene un peak de incidencia en el periodo otoño/invierno, generalmente precediendo a la aparición del virus sincicial respiratorio . Generalmente produce un cuadro respiratorio con tos, congestión nasal, dolor de garganta, dolor muscular y malestar general y el tratamiento, habitualmente, consiste en tomar mucho líquido y analgésicos como el paracetamol.
Existe un grupo de personas de riesgo en donde están los niños más pequeños, los adultos mayores, las embarazadas y los portadores de enfermedades crónicas, que son los que tienen más posibilidades de hacer alguna complicación. La más común de éstas es la neumonía, pero también puede haber cuadros de encefalitis, miocarditis y la rabdomiolisis, que es la ruptura del tejido muscular, que provoca la liberación de una proteína (mioglobina) en la sangre, que puede dañar los riñones.
Por este motivo, como estrategia de salud pública, se vacuna a la población de riesgo, a las comunidades escolares, los trabajadores de los servicios de salud y a las Fuerzas Armadas, para asegurar el orden en el caso de una emergencia sanitaria.
¿Cuáles son los síntomas que uno debiera tener cuidado en niños? Una fiebre de más de 48 horas de evolución, dificultad para respirar, dolor toráxico, tope inspiratorio o dolor muscular muy intenso con imposibilidad de mover las extremidades y disminución o cambio de color de la orina. Ante esto es recomendable acudir a control médico.
En un niño pequeño, los signos pueden ser más sutiles, puede verse más hipoactivo, o presentar rechazo a la alimentación, como signo de dificultad respiratoria o que esté padeciendo un problema cardiológico.
El tratamiento para la influenza es el oseltamivir, que se usa solamente en los cuadros graves y en las personas de riesgo. Todo remedio tiene algún efecto secundario, por lo que se debe tener cuidado con la sobredosificación o la sobreindicación.
La mejor estrategia contra la Influenza es la vacuna, que está disponible a través de la campaña del Minsal para todas las personas de riesgo. Pero también se puede comprar en una farmacia, teniendo el cuidado de mantener la cadena de frío y así no perder su efectividad.
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