Bárbara Pérez, médico veterinaria, académica del Instituto de Farmacología y Morfofisiología de la Facultad de Ciencias Veterinarias UACh, entrega algunas recomendaciones.
Con la llegada del verano nos preparamos para disfrutar unas reconfortantes vacaciones, ya sea en la playa, la montaña o explorando nuevos lugares. En este contexto, nuestras mascotas -cada vez más integradas a la vida familiar- a menudo nos acompañan en estas escapadas estivales. Sin embargo, es crucial entender las necesidades específicas que ellas tienen fuera de su entorno habitual y debemos ser conscientes de su sensibilidad a las temperaturas que se registran durante el verano.
No sólo las bajas temperaturas pueden representar un riesgo para la salud y la vida de tu mascota; el calor también puede ser peligroso, incluso en condiciones que para nosotros no serían consideradas amenazantes. ¿Por qué? “Principalmente, debido a las diferencias en los sistemas de termorregulación de perros y gatos en comparación con los humanos. Estas diferencias son aún más pronunciadas en razas con conformaciones anatómicas extremas”, explica la Prof. Bárbara Pérez, académica de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Austral de Chile, en Valdivia.
Diferencias en la termorregulación
La académica comenta que tanto humanos como animales cuentan con sistemas de regulación térmica que buscan mantener una temperatura interna constante y propicia para el funcionamiento celular. “Este proceso implica una serie de mecanismos, entre ellos la vasodilatación, conducción, respiración y sudoración, siendo esta última especialmente eficaz para la disipación del calor en los humanos. No obstante, en el caso de perros y gatos, la sudoración se presenta de manera menos eficiente, ya que sus glándulas sudoríparas se limitan a la nariz y a las almohadillas de las patas. Como resultado, estos animales dependen de otros mecanismos para regular su temperatura, como el jadeo, la conducción y la pérdida de calor por radiación a través de sus patas y orejas”, señala.
Añade que “es importante destacar que razas braquiocefálicas, como Bulldogs y Pugs, presentan desafíos adicionales debido a las alteraciones anatómicas de sus vías respiratorias, haciéndolos más susceptibles al estrés térmico. Esto se agrava por su limitada eficiencia para disipar calor a través del jadeo”.
Recomendaciones generales para días calurosos
La Prof. Bárbara Pérez entrega algunas recomendaciones generales para días calurosos:
-Ten presente que, si hace calor para ti, hace aún más calor para tu mascota.
-Asegúrate de que tengan acceso ilimitado a agua fresca y sombra cuando estén al aire libre
-Mantén a tu mascota libre de parásitos comunes durante el clima cálido (pulgas y garrapatas).
-Deja a tus mascotas en casa si es posible cuando necesites salir en días de calor.
-Nunca dejar a una mascota en el auto, ni siquiera a la sombra o con las ventanas abiertas. Se ha comprobado que los automóviles pueden sobrecalentarse rápidamente hasta alcanzar temperaturas mortales, incluso cuando el clima no es severo.
-Realiza caminatas durante las horas más frescas del día y lleva agua para tu mascota.
-Evita superficies calientes, como el asfalto, que pueden quemar las patas de tu mascota.
-Pregúntele a su veterinario si su mascota se beneficiaría con un corte de pelo para la estación cálida u otra protección. IMPORTANTE no se recomienda corte de pelo para todas las razas ¡Consulte!
-Conoce los signos de estrés por calor para tomar medidas en el caso que sea necesario.
Estrés por calor
La académica plantea que es importante estar atentos a los signos que pueden presentar nuestras mascotas y que dan cuenta de que están enfrentando situaciones de estrés por calor. “Estos signos se reflejan en respiración rápida y nerviosa, la presencia de temblores, debilidad muscular y falta de equilibrio”, dice.
A ello se suma la presencia de ansiedad, jadeo excesivo, inquietud, salivación excesiva, color anormal de las encías y la lengua (rojo intenso o azules) y, por cierto, el colapso del animal. “Es importante que busque atención veterinaria de emergencia si observa alguno de esos signos”, recomienda.
¿Qué debemos hacer cuando viajamos con nuestras mascotas?
Cuando se trata de viajar con nuestras mascotas, la planificación también se convierte en clave para garantizar el bienestar y comodidad de ellas durante el viaje, recalca la profesora de la UACh. La American Veterinarian Medical Association (AVMA) entrega algunas recomendaciones básicas como guía de viaje para mascotas:
-Lo primero es preguntarse si es correcto para tu mascota y tu familia llevarla en el viaje (considerar temperamento, enfermedades, si está acostumbrado a salidas extensas, etc.). Si la respuesta es “no”, entonces haga los arreglos necesarios (cuidador de mascotas, residencia canina, etc.). Si la respuesta es “sí”, ¡entonces PLANIFIQUE!
-Asegúrese de tener al día las vacunas y desparasitaciones de su mascota como mínimo una semana antes del viaje.
-Asegúrese de que su mascota sea bienvenida en el lugar al que se dirige. Esto incluye las paradas en el camino, así como tu destino final.
-Asegúrese de tener contactos de Médicos Veterinarios en el caso de presentarse una emergencia en el camino o en su destino final.
-Identificarla adecuadamente en caso de que se pierda. Debe llevar un collar con placa de identificación (con número de teléfono de contacto). Adicionalmente, bajo la actual ley de tenencia responsable de mascotas y animales de compañía es obligatorio la implantación de un microchip de identificación permanente. Y sumamente IMPORTANTE realizar su ingreso en el Registro Nacional de Mascotas (se realiza con la clave única del propietario).
-Durante el viaje sujetar adecuadamente a la mascota con un cinturón de seguridad para mascotas o usar un transportador del tamaño adecuado. Su mascota debe poder acostarse, levantarse y darse vuelta en el transportador. ¡Nunca llevar a su mascota en el regazo!
-Asegúrese de que su mascota esté acostumbrada ANTES del viaje al método de sujeción que planea usar. Si su mascota no está acostumbrada al cinturón o al transportador, eso supone un estrés adicional.
-Para viajes con un perro, haga paradas frecuentes para que pueda estirar las piernas, hacer sus necesidades y obtener estimulación mental al olfatear cosas.
-Llevar comida y agua adecuada para el viaje. Ofrézcale agua a su mascota en cada parada y trate de mantener el horario de alimentación lo más cercano posible a lo normal.
-Asegúrese de llevar consigo los medicamentos de su mascota que puedan ser necesarios mientras viaja.
En conclusión, llevar a nuestras mascotas en nuestras vacaciones es un gesto de amor hacia ellas, pero implica una responsabilidad considerable. Reconocer sus particularidades, comprender sus necesidades y tomar medidas preventivas, especialmente en el calor estival, son acciones que no pueden pasar por alto. Al considerar estos aspectos, podemos asegurarnos de que nuestras mascotas disfruten de unas vacaciones tan agradables y seguras como las nuestras.
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