“Elaboración de propuesta para la gestión de residuos en ANDRITZ Fabrics and Rolls Chile” es el nombre de la tesis realizada por Catalina Manquilepi, que la condujo al título de ingeniera ambiental por la Universidad de Los Lagos y que ha significado un avance en la producción sostenible de la industria papelera.
En el marco de programa de intercambio realizado en la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales de la Universidad del Bío-Bío (sede Chillán), Catalina realizó su trabajo de título enfocado en la valorización de la goma vulcanizada generada como residuo por la industria. La tesis tuvo como profesora guía a la doctora Cynthia Urrutia, académica del Departamento de Medioambiente y Recursos Naturales de la Universidad de Los Lagos, junto al profesor Patricio Neumann, académico de la Universidad del Bío-Bío.
El objetivo de la investigación fue diseñar un plan de gestión de residuos sólidos, integrando principios de economía circular y los lineamientos de la norma ISO 14001 sobre sistemas de gestión ambiental, donde Catalina apostó por su reincorporación al ciclo productivo mediante reutilización y reciclaje.
Esta idea y subsiguiente iniciativa surgió a partir de la realización de una práctica Catalina en la industria papelera, enfocada en la gestión del material particulado. No obstante, tras observar el proceso productivo y la generación de residuos industriales, Catalina detectó una oportunidad de mejor y así nació la idea de revalorizar la goma vulcanizada, un residuo con potencial no explotado dentro de la industria papelera.
La goma vulcanizada proviene de la producción propia de rodillos y del mantenimiento de rodillos que llegan desde otras empresas del rubro papelero. Este material, altamente resistente, se utiliza como recubrimiento externo de rodillos que forman parte esencial de los procesos de fabricación de papel. Sin embargo, tras cumplir su vida útil, el material era considerado desecho sin valor con destino final en rellenos sanitarios.
Frente a esta realidad, Catalina formuló una propuesta técnica que no sólo evalúa la situación actual de los residuos generados por la empresa, sino también identifica oportunidades concretas de valorización. Uno de los hitos más importantes del proyecto fue el desarrollo de un prototipo funcional: un piso fabricado a partir de goma vulcanizada reciclada. Para llevarlo a cabo, la ingeniera ambiental trabajó en conjunto con el Centro de Valorización de Polímeros (CIPA), institución con experiencia en investigación aplicada a la reutilización de polímeros industriales. “Este material puede volver a la cadena productiva en forma de nuevos productos. Dejar de verlo como desecho y empezar a reconocerlo como un recurso es clave para avanzar hacia una industria más sostenible”, indicó la profesional.
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