Director del Magíster en Tributación
Universidad Andrés Bello
El inicio de la Operación Renta 2025 marca un hito crucial en el calendario de muchas empresas y personas en nuestro país. Este proceso anual no solo es fundamental para la recaudación de impuestos, sino que también refleja la salud financiera y la transparencia económica a nivel nacional.
Para este 2025 hay que tener presente, en primer lugar, que el Servicio de Impuestos Internos (SII) ha dado inicio a la etapa de presentación de Declaraciones Juradas (DDJJ) de Renta, un paso esencial para la elaboración de propuestas de declaración del Impuesto a la Renta para los contribuyentes, puesto que a través de ellas, la administración tributaria se nutre de información y construye la mayoría de las propuestas, muy útiles, sobre todo para las personas naturales, así como también para las pequeñas y medianas empresas. En ese sentido, la calidad de la información que recibe el SII en esta etapa es vital para entregar propuestas de renta sin complicaciones, que permitan asegurar el cumplimiento tributario.
Por tanto, la precisión y puntualidad en la entrega de estas declaraciones son vitales, puesto que una información inexacta o entregada fuera de plazo puede generar propuestas erróneas, afectando tanto a los contribuyentes como al fisco. Por ello, es imperativo que las empresas y personas obligadas a declarar se informen adecuadamente sobre los plazos y requisitos establecidos por el SII. En este punto, los contadores, dentro de los que me incluyo, jugamos un papel relevante en esta primera parte del eslabón.
Por otro lado, este año el SII ha implementado novedades destinadas a modernizar y agilizar el proceso. Entre ellas destaca la obligatoriedad de registrar un correo electrónico actualizado a partir de mayo de 2025, que servirá como canal oficial de comunicación entre el SII y los contribuyentes. Esta medida busca mejorar la eficiencia en las comunicaciones y garantizar que los contribuyentes reciban oportunamente información relevante sobre sus obligaciones tributarias.
La Operación Renta 2025 no solo es un ejercicio de cumplimiento tributario, sino también una oportunidad para que las empresas y personas evalúen su salud financiera y planifiquen estratégicamente su futuro económico. Una gestión proactiva y bien informada en este proceso puede traducirse en beneficios significativos, como la optimización de cargas tributarias y la prevención de sanciones. En ese sentido, si bien la declaración de renta se realiza materialmente el mes de abril, es deber de las empresas analizar sus cifras y movimientos en forma previa, para evitar sorpresas desagradables. La planificación aquí es vital.
La transparencia, la precisión y la puntualidad son pilares fundamentales en la Operación Renta AT2025. El compromiso de todos los actores involucrados garantizará no solo el éxito de este proceso, sino también el fortalecimiento de la confianza en el sistema tributario chileno.
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