El Programa de Formación Técnica para Comunidades 2025 de SQM Litio cerró su ciclo anual en Antofagasta y consolidó un modelo de capacitación con impacto regional, foco en la empleabilidad real y un 44% de participación femenina.
Con el objetivo de fortalecer las competencias técnicas y ampliar las oportunidades laborales en la Región de Antofagasta, SQM Litio realizó en Antofagasta la ceremonia de cierre anual del Programa de Formación 2025. Durante este ciclo, la iniciativa permitió capacitar a más de 400 personas a través de 18 cursos técnicos orientados a las necesidades actuales y futuras de la compañía.
El programa, desarrollado junto a la Otec Artikula HC mediante la franquicia tributaria del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE), propició un trabajo entre el sector privado, organismos públicos y entidades de formación, entregando herramientas concretas para que personas de distintas comunas de la región proyecten su desarrollo laboral en la industria del litio. Del total de participantes, un 44% fueron mujeres, reafirmando el compromiso de SQM Litio con la inclusión y la preparación de talento femenino para roles clave en la operación.
En ese sentido, y con el propósito de asumir los desafíos de la industria en materia de empleabilidad, concentrándose en los perfiles más demandados por la minería, la versión 2025 del programa impartió cursos en los liceos técnicos Lecya, Óscar Bonilla, Don Bosco Antofagasta, Don Bosco Calama, y Liceo Minero B-10.
Formación con impacto y mirada de futuro
Para Bárbara Blumel, subgerenta de Atracción de Talento y Diversidad de SQM Litio, el programa cumple un rol estratégico en la preparación de personas de la comunidad. “A través de 18 cursos técnicos logramos capacitar a 381 personas, entregándoles herramientas, competencias y conocimientos que les permiten desarrollarse y proyectarse laboralmente. Estos programas nos ayudan a formar futuros y futuras candidatas para cargos fundamentales dentro de la compañía, con personas preparadas que conocen la operación y sus altos estándares de seguridad”, destacó.
Desde la mirada operacional, Humberto Carvajal, gerente de operaciones litio de SQM Litio, subrayó la relevancia de anticiparse a los desafíos del mercado. “La demanda del litio crece con fuerza y eso exige avanzar con velocidad y contar con los mejores talentos. Programas como este permiten preparar a las personas que necesitaremos en el futuro y reflejan una visión de largo plazo respecto al crecimiento de la compañía y del país”, sostuvo.
Por su parte, la directora regional (s) SENCE, Militza Solari, valoró el impacto del trabajo colaborativo. “Estas iniciativas, financiadas a través de instrumentos como la franquicia tributaria, permiten que cientos de personas accedan a certificaciones y nuevas oportunidades laborales. El trabajo conjunto entre el Estado y empresas como SQM Litio resulta fundamental para mejorar la empleabilidad y aportar al desarrollo productivo de la región”, afirmó.
Experiencias que fortalecen el aprendizaje
Desde la experiencia de las y los participantes, Isabel Arancibia, vecina de Calama y egresada del curso de pozos y pozas, destacó el impacto del programa en su desarrollo personal y laboral. “Esta experiencia me abrió nuevas oportunidades y me permitió adquirir conocimientos que hoy me ayudan a proyectarme con mayor seguridad. Fue un aprendizaje muy valioso, tanto en lo técnico como en lo personal”, contó.
Por su parte, Janet Madariaga, coordinadora técnico-profesional del Colegio Don Bosco Calama, valoró la articulación entre el mundo educativo y la empresa. “Este tipo de iniciativas impacta directamente en la formación de los estudiantes, fortalece el currículo técnico-profesional y acerca a los jóvenes a experiencias reales del mundo laboral, mejorando sus oportunidades de empleabilidad futura”, valoró.
El Programa de Formación 2025, además, por tercer año consecutivo, incluyó una capacitación en Aseo Industrial desarrollada en conjunto con el Centro de Reinserción Social de Gendarmería. Estas instancias ampliaron el alcance del programa y fortalecieron la vinculación con el sistema educativo, el mundo público y las comunidades locales, consolidando un modelo formativo con impacto territorial y proyección de largo plazo.
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