Como vecino de Antofagasta y usuario del sistema público de salud, me veo en la obligación de expresar mi profundo malestar ante la inaceptable experiencia vivida en la Urgencia del Hospital Regional de Antofagasta, y creo que este comentario representa a muchas personas que a diario viven este mismo problema.
Estuve por más de 12 horas esperando atención médica, en medio de un entorno que, lejos de cumplir con condiciones mínimas de dignidad y salubridad, representa un claro deterioro institucional y humano para quienes vivimos en Antofagasta.
A continuación, detallamos las principales irregularidades observadas:
1. Tiempo de espera inaceptable:
La espera supera las 9 o 12 horas sin atención ni orientación alguna. No hay una estimación de atención. No se transparentan los tiempos ni los criterios de espera. Mucha gente esperando largas horas sin alimentarse. Personas con niños en brazos, o adultos mayores que hasta se quedan dormidos esperando. No existe un sistema de pantallas para informar a los pacientes.
2. Condiciones de higiene deplorables:
Los baños de la sala de urgencia se encuentran en estado precario. Pisos sucios, sanitarios asquerosos y una evidente falta de aseo. Este es un foco de infección en un espacio que debería estar impecable para resguardar la salud.
3. Pérdida de control del entorno:
Personas en situación de calle y en evidente estado de ebriedad ocupan sillas dispuestas para los pacientes y sus acompañantes, generando desorden, inseguridad y agravando el clima de hacinamiento, además de generar olores asquerosos en la sala de espera.
4. Sistema de llamado deficiente y no profesional:
El sistema de avisos por alto parlante es improvisado, utilizando un parlante tipo “karaoke” con micrófono inalámbrico de pésima calidad, dificultando la comprensión de los llamados. No se utilizan los parlantes aéreos existentes, ni se han dispuesto extensiones hacia el exterior para evitar la aglomeración en espacios cerrados. Fácilmente uno podría en el día estar esperando afuera para no estar todos hacinados dentro, pero no se ha dispuesto de sistema de sonido que se pueda captar desde el exterior de la sala y todos deben estar cerca del único parlante habilitado para los llamados.
5. Nula fiscalización del uso obligatorio de mascarilla:
En pleno recinto hospitalario, y en zona crítica como Urgencias, hay personas sin mascarilla, y el personal de salud simplemente lo ignora. Carabineros presentes en el lugar tampoco hacen valer la normativa vigente, lo que constituye una negligencia compartida y grave. Recordemos que su uso es OBLIGATORIO según lo publicado el 28 de marzo en el Diario Oficial.
Y lo más indignante: dentro de la urgencia del hospital circulan PERROS VAGOS y PALOMAS como si fueran pacientes. ¿Cómo puede ser posible que en un recinto médico de alta complejidad esté ocurriendo esto?
Hago extensiva esta denuncia a la ciudadanía:
Esto no es una queja aislada. Es el reflejo de un sistema abandonado, desorganizado y carente de liderazgo efectivo. Las condiciones observadas en la urgencia del hospital principal de Antofagasta son un llamado de alerta que no puede seguir siendo ignorado.
No es justo que los ciudadanos de esta región debamos esperar horas eternas en un espacio insalubre, sin orientación ni respeto, como si nuestra salud valiera menos. Hago un llamado a mis vecinos, autoridades locales y medios de comunicación a levantar la voz frente a esta crisis institucional.
No podemos seguir normalizando esto.
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