La naturaleza como aliada del monitoreo volcánico: ¿un nuevo horizonte para la vigilancia en Chile?

imageImágenes Landsat de la NASA, mostraron cambios en árboles previos a erupciones volcánicas, lo que abre nuevas posibilidades para la vigilancia volcánica en el mundo.

Una colaboración entre la NASA y el Instituto Smithsoniano, ambos en Estados Unidos, permitió observar cambios en la vegetación alrededor de volcanes justo antes de una erupción. Estos cambios –vegetación más verde y frondosa– fueron visibles en imágenes de satélites de la NASA como el Landsat 8.

“Previo a las erupciones, sobre todo cuando hay recarga de magma nuevo, se observa un enriquecimiento de dióxido de carbono que podría estar afectado a la vegetación”, explicó el vulcanólogo y director del Instituto Milenio de Investigación en Riesgo Volcánico – Ckelar Volcanes, Felipe Aguilera.

La detección temprana del enverdecimiento de la vegetación, por lo tanto, podría ser entonces una herramienta complementaria para el estudio y observación vulcanológica y abre una oportunidad de trabajo multidisciplinario en la tarea de predecir una eventual actividad eruptiva.

De acuerdo al documento publicado por la NASA , un 10% de la población mundial se encuentra susceptible a peligros volcánicos, como proyectiles balísticos, gases tóxicos. A mayor distancia de un volcán, además, la infraestructura y las personas están expuestas a lahares, caída de cenizas, entre otros peligros.

Volcanes altamente peligrosos

En el caso específico de Chile, 87 volcanes están activos o potencialmente activos de acuerdo al Ranking de Riesgo Específico de Volcanes Activos de Sernageomín , de los cuales 14 se consideran altamente peligrosos y es ahí, donde se encuentran desplegados diversos instrumentos para poder observar los cambios y poder adelantarse a posibles erupciones.

Ante un escenario como este, con un número considerable de volcanes que podrían entrar en erupción en cualquier momento. Uno de los grandes desafíos es llegar a las faldas ya los cráteres de estos volcanes, detalla el profesor titular de la Universidad Andrés Bello Felipe Aguilera.

“Existen diversas dificultades para acceder a los volcanes activos”, afirma el doctor Aguilera. En el norte de Chile por ejemplo, detalle que la mayoría se encuentra a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar y las condiciones climáticas extremas hacen que el trabajo científico sea también de mayor dificultad. Asimismo, en el sur de Chile, la ventana para poder estar in situ en los volcanes, es muy corta”.

Cambios internos del volcán

Los volcanes son sistemas muy dinámicos, explica el vulcanólogo, por lo tanto, es necesario estar continuamente “observando”. Para eso los científicos del Instituto Milenio Ckelar Volcanes trabajan con todo un arsenal tecnológico distribuido en distintos volcanes del norte de Chile y/o herramientas complementarias para identificar, por ejemplo, la deformación en el sitio, cambios térmicos, sísmicos, en sus gases y otros que podrían evidenciar algún cambio interno del volcán o alguna erupción.

En ese sentido, agrega el doctor Aguilera, “este nuevo hallazgo es una herramienta a considerar, a ser estudiada, sobre todo porque las imágenes Landsat que se utilizaron para este estudio, son imágenes que están disponibles desde 1984. Por lo tanto, podría tener buena implicancia en erupciones pasadas en Chile y trabajar en virtud de esta nueva herramienta”.

Finalmente, reflexiona el geólogo, las preguntas que abre este descubrimiento de la NASA tienen relación con cuánto tiempo de antelación demora en reaccionar la vegetación, o qué tipo de vegetación es, por lo tanto, hay un importante desafío a tomar en cuenta como posibilidad de estudio para la comunidad científica.

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