La Subsecretaría de Educación Parvularia entrega recomendaciones para desarrollar actividades y experiencias junto a las familias, y contribuir a la exploración, creatividad y ciudadanía activa de niñas y niños.
Las vacaciones de invierno son una gran oportunidad para generar experiencias significativas para las niñas y niños, que releven su protagonismo y contribuyan a promover su bienestar integral. Porque este es un gran momento para aprender de ellas y ellos, a través de actividades y espacios con foco en sus intereses y necesidades, la Subsecretaría de Educación Parvularia presenta algunas recomendaciones orientadas a las familias.
“Durante estos días tenemos la oportunidad de entretenernos y compartir en familia de manera lúdica con las guaguas, niñas y niños. Para ello, no se requieren grandes recursos. Basta con generar experiencias sencillas pero significativas para transformar este período de receso en algo extraordinario. Para lograrlo, es fundamental escuchar y respetar sus opiniones, porque siempre tenemos mucho que aprender de los intereses, ideas y visiones de niñas y niños”, indicó la subsecretaria de Educación Parvularia, Claudia Lagos.
“Jugar es muy importante para el ejercicio de la ciudadanía desde los primeros meses de vida, que comienza a construirse cuando brindamos a los niñas y niñas oportunidades para experimentar, expresar sus intereses, y compartir lo que les gusta. Esto es tremendamente relevante porque favorece el desarrollo de la autonomía y la capacidad de tomar decisiones: ¿Cómo voy a continuar este juego? ¿qué material voy a utilizar? ¿a quién voy a incorporar? estos son pequeños desafíos o problemáticas que niñas y niños van resolviendo. El juego impulsa el desarrollo integral, y por eso es tan importante promoverlo todos los días y en todos los espacios”, agregó la autoridad Mineduc.
Para que el receso invernal sea una oportunidad para jugar, explorar y aprender junto a las guaguas, niñas y niños, la Subsecretaría de Educación Parvularia comparte recomendaciones orientadas a las familias, como:
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Aprovechar el tiempo en casa. Las vacaciones son una buena oportunidad para compartir experiencias simples como jugar, bailar, pintar, leer o construir con materiales como cajas, cilindros de papel higiénico, entre otros.
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Valorar lo simple. Las experiencias más valiosas no implican gastar dinero. Explorar juntos, contar historias, inventar juegos o reciclar materiales pueden ser experiencias enriquecedoras y significativas cuando se realizan en familia.
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Flexibilizar rutinas manteniendo hábitos importantes. Está bien despertar o acostarse más tarde, pero es importante mantener rutinas esenciales como: alimentación saludable, hidratación, lavado de dientes, y el descanso necesario.
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Evitar abrigos excesivos. Aunque estemos en estaciones de baja temperaturas, es importante no sobre abrigar a niñas y niños ni exponerlos a cambios bruscos de temperatura. Salir a pasear, bien protegidos pero cómodos, también es parte de cuidar su bienestar.
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Usar materiales reciclados para jugar. Botellas, cajas, cilindros o tapas pueden transformarse en herramientas de juego y creación. Estos elementos sencillos estimulan la imaginación y el disfrute.
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Conectar con la naturaleza. Si el clima lo permite, es importante salir a parques o áreas verdes. Es una gran oportunidad para observar plantas, tocar la tierra, jugar con las hojas y disfrutar al aire libre.
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Organizar un picnic familiar. Preparar con las niñas o niños una salida sencilla, armando una lista y revisar lo necesario, permite desarrollar habilidades como la organización, la anticipación y el trabajo en equipo, mientras se comparten momentos especiales.
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Descubrir juntos el entorno. Al caminar por la ciudad o el barrio, observar señaléticas, letreros o imágenes en los espacios públicos, es una buena oportunidad para conversar sobre su significado y enseñar a respetarlos desde los primeros años.
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Fomentar la convivencia con otros niños y niñas. Cuando compartan con otros, promuevan el respeto, la empatía, la solidaridad y el buen trato. Todo encuentro es una oportunidad para aprender a convivir.
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Actividades cotidianas. Jugar a adivinar sabores, decorar la comida o cuidar el patio son momentos valiosos para compartir y aprender en familia.
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Evitar la exposición a pantallas. En los niveles de educación parvularia es fundamental eliminar el uso de pantallas, priorizando experiencias de juego, movimiento y exploración directa con el entorno. Las interacciones reales, el vínculo con otros y el contacto con materiales concretos son esenciales para el desarrollo integral de guaguas, niñas y niños. El uso de dispositivos digitales debe ser excepcional, cuidadosamente justificado y siempre en función de los propósitos pedagógicos, sin reemplazar nunca el valor del juego libre y espontáneo.
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¡Juguemos todos los días! Te invitamos a promover el juego, pues potencia el lenguaje, pensamiento, movimiento y la convivencia. Conoce los recursos disponibles en: https://parvularia.mineduc.cl/juguemos-todos-los-dias/.
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