Comenzada la campaña de vacunación en Chile, todavía hay temor en algunas personas por inocularse debido a distintas informaciones que han surgido en torno a esta inmunización, sobre todo en el periodo del Covid-19.
Sin embargo, a nivel internacional, nuestro país es uno de los más destacados por su esquema de vacunación, considerado el más completo y efectivo en Sudamérica. “Tenemos una cobertura universal, gratuita y con vacunatorios accesibles a la población en general e incluso campaña dentro de colegios. En otros países no existe esta estrategia”, señala Ximena Gatica, enfermera y académica de la carrera Técnico en Enfermería Nivel Superior del Centro de Formación Técnica Santo Tomás Viña del Mar.
Pero ¿por qué es tan importante vacunarse en esta época? “Cuando no nos vacunamos, estamos vulnerando nuestros derechos y los de otras personas. Al adquirir una inmunidad colectiva, nuestro organismo es capaz de defendernos frente a determinados organismos, protegiéndonos y protegiendo a otras personas que por enfermedad u otra condición no pueden vacunarse”, explica la docente.
Entre las enfermedades a las que se pueden exponer las personas y sobre todo los niños que no son vacunados están la tuberculosos, hepatitis B, tos convulsiva, influenza, poliomelitis, meningitis, sarampión, varicela y rubeola. “Hay enfermedades que están erradicadas en Chile, pero igual debemos vacunar porque en otros países todavía existe y si una persona migra a nuestro país, puede traer la enfermedad. Recordemos que hace varios años los niños se enfermaban constantemente de varicela -llamada comúnmente como peste cristal- y podían generar una infección y terminar en el hospital. Esta situación ya no ocurre gracias a las vacunas”, dice Gatica.
Mitos de las vacunas
Entre los mitos de las vacunas está que provocan autismo e infertilidad. “No hay estudios ni evidencia científica que avale que las vacunas provocan autismo o infertilidad, siempre los beneficios serán mayores que los casos excepcionales que puedan surgir y nada ha indicado que sean secundarios a la administración de las vacunas”.
Algunas personas se niegan a la vacuna también porque se dice que contienen mercurio. “Hay algunas vacunas para personas adultas que tienen un conservante que se llama timerosal y tiene pequeñas trazas de mercurio que equivalen a lo que uno consume en una lata de atún, entonces no provoca daños. En el caso de las vacunas para niños, no contienen timerosal”, aclara la profesional.
La académica de Santo Tomás Viña del Mar agrega que “estamos en una era informática donde hay demasiada información y hay muchas noticias que escapan de lo real. También hay desconfianza en las instituciones porque no estoy de acuerdo con el partido político que está en el gobierno o no confío en los hospitales o por experiencias personales no me quiero vacunar. Lo importante es llegar a la información verídica a través de los canales oficiales”.
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