La inauguración se realizará este viernes 3 de mayo a las 17:00 horas en el Centro Comunitario Ascensor Concepción ubicado en el Paseo Gervasoni.
Materiales rescatados de escombros, maderas y arcillas que se quiebran y se vuelven a reparar constituyen la obra escultórica de la artista Gisselle Ávila quien, desde una mirada del contexto sociopolítico, aborda la explosión de movimientos sociales emergentes desde el 2011 y pretende dar visibilidad a los sectores de la sociedad marginados, uniendo elementos del eco feminismo y la filosofía japonesa del kintsugi. Así nace la muestra “Madre y Tierra” que se inaugurará este viernes 3 de mayo a las 17:00 horas en el Centro Comunitario Ascensor Concepción y estará abierta al público hasta el 19 de mayo.
Gisselle Ávila es diseñadora, licenciada en arte y escultora. Desarrolla su trabajo con sus manos, prácticamente sin instrumentos, para sentir la materialidad con la que trabaja. El eco feminismo es una de sus inspiraciones ya que reivindica la lucha liderada por mujeres en toda América Latina que luchan por la defensa de los territorios en zonas de sacrificio.
Para la artista, una de las búsquedas en su trabajo es: “dar importancia a la mujer, tanto en su labor diaria social y pública, reconociéndola como un eje primordial de nuestra cultura. A través de las piezas que desarrollo busco resignificar su rol histórico y cultural en relación con el trabajo que realiza como protectora de la naturaleza. Esto implica dignificar y apreciar las labores de cuidado, la preservación de la cultura y el resguardo de tradiciones ancestrales”.
Todos estos conceptos reunidos por la artista son visibles sobre la “piel o capas” de sus trabajos, las cuales interviene y vincula con texturas orgánicas, colores, formas y materialidades tales como maderas rescatadas de escombros y arcillas. Las obras, posterior a su génesis, son quebradas, basándose en la filosofía japonesa del Kintsugi. Según el kintsugi, además de la importancia de la recuperación funcional del objeto, su valor más grande radica en la aceptación de lo que se ha roto como parte de su historia. Las roturas y las reparaciones forman parte de esta historia y tienen que ser mostradas en lugar de esconderlas.
“Las grietas se realzan y devienen en la parte más valiosa de la pieza, puesto que se han convertido en una muestra de la imperfección y la fragilidad. De este modo, la reparación es una forma de revalorizar el objeto a partir de su historia única y la celebración de sus defectos. Ahora, la pieza tiene valor por lo que fue y por lo que es, poniendo de manifiesto su transformación. Ha dejado de ser convencional para convertirse en algo más. Tiene un valor añadido que da un significado nuevo y esencial al concepto de reparación”, explica Gisselle Ávila.
A nivel mundial las comunidades sufren la devastación de sus territorios transformados en zonas de sacrificio, teniendo que enfrentar fenómenos provocados por la acción humana como la escasez hídrica, la contaminación, la destrucción de entornos naturales. Para Gisselle Ávila es importante que el arte se haga presente y posicione en estas luchas, por lo mismo, busca lugares de exhibición que sean abiertos al público y gratuitos, posibilitando el pensamiento reflexivo y la instalación de un debate que es urgente y necesario: “es hoy que debemos recuperar los saberes ancestrales, reparar y proteger el medio ambiente y sus habitantes y tomar el peso de lo que significa esto para nuestro futuro”.
La muestra estará abierta al público en horario continuado del 3 al 19 de mayo y el día de la inauguración se realizará un cocktail para los presentes. Para más información el Instagram de la artista es @gavila.art.
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