Académico Instituto de Ciencias Naturales UDLA, Sede Viña del Mar
El 19 de febrero se conmemora el Día Mundial de las Ballenas, especies que en la zona sur de nuestro país desempeñan un papel de gran relevancia en el equilibrio ecológico de Chile. Este evento anual nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de estos increíbles mamíferos marinos y su aporte a nuestro país.
Las ballenas son claves para el equilibrio de los ecosistemas marinos. Su papel como reguladores naturales de las poblaciones de otras especies ayuda a mantener la biodiversidad y a preservar la salud de los océanos. Desde la perspectiva química, las interacciones entre las ballenas y otras especies crean un intrincado equilibrio en el océano.
Sin embargo, también actúan como bioindicadores de la calidad ambiental. Su capacidad de acumular compuestos en sus tejidos, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), que contienen carbono e hidrógeno provenientes de la contaminación, ofrece valiosa información sobre la salud de los océanos. La fuente principal de HAP en el entorno marino proviene de actividades antropogénicas, como la quema de combustibles fósiles y madera, además de otros procesos industriales. Estos compuestos tienden a ser liberados al agua y al aire, llegando eventualmente a los océanos a través de las corrientes marinas. Estos contaminantes se adhieren a las partículas suspendidas en el agua, que son consumidas por el zooplancton, alimentos de estos cetáceos.
El estudio de contaminantes en ballenas chilenas en la Antártica implica técnicas avanzadas de química analítica. El análisis de tejidos biológicos, como la grasa y la piel, revela la concentración de estos contaminantes.
La investigación continua no solo contribuye al bienestar de estas icónicas especies, sino que también proporciona datos cruciales para orientar políticas de conservación y prácticas sostenibles que protejan la biodiversidad marina en esta región única y vulnerable.
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