Nutricionista explica cómo comerlas con moderación y la importancia de no sobre reutilizar el aceite con que se fríen.
El Día de las Papas Fritas, a celebrarse este 20 de agosto, nos brinda una oportunidad para explorar más allá de su delicioso sabor y considerar cómo su preparación y consumo pueden impactar nuestra salud.
El académico de la Escuela de Nutrición y Dietética UNAB, Daniel Cabrera, nos ofrece información valiosa sobre los riesgos asociados con las papas fritas y alternativas más saludables para celebrar este día de manera consciente.
Riesgos asociados
Durante el proceso de fritura, todos los aceites experimentan cambios en su contenido de nutrientes, incluso, generar compuestos tóxicos en los alimentos. Así lo señala Cabrera, quien añade que el alto consumo de alimentos fritos ha sido identificado como un factor de riesgo por organizaciones como la La Organización para la Agricultura y los Alimentos (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Este consumo excesivo contribuye a la epidemia de sobrepeso y obesidad, y puede estar vinculado al desarrollo de enfermedades como el cáncer, debido a la formación de compuestos tóxicos, como la acrilamida” sostiene.
Por otro lado, el consumo excesivo de alimentos fritos está relacionado con el aumento de calorías, grasas saturadas, azúcares y sodio, “las grasas saturadas y los ácidos grasos trans presentes en las frituras pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 al afectar los niveles de colesterol” añade el docente UNAB.
Alternativas saludables
Para reducir los riesgos asociados con la fritura, se sugieren métodos de cocción más saludables, como la cocción al vapor o la plancha. “Las freidoras de aire han emergido como una alternativa en este ámbito” destaca Cabrera, “estas reducen la formación de compuestos tóxicos y ofrecen una textura crujiente similar a las frituras tradicionales.
El nutricionista menciona que una de las recetas populares hoy en día y la alternativa más cercana a las papas fritas son las papas rústicas al horno.
El aceite sí importa
Otro aspecto no menor en la preparación de este popular plato es el aceite que utilizamos. Muchas veces no tomamos conciencia sobre el potencial riesgo de reutilizar el aceite para nuestra salud.
“El aceite se descompone y puede volverse rancio, lo que afecta el sabor y la calidad de los alimentos. Aunque no está claro cuántas veces se puede reutilizar el aceite, existen mejores prácticas para prolongar su vida útil” aclara Cabrera.
Como consejo, el académico sugiere filtrar el aceite diariamente para eliminar los residuos de alimentos, agregar aceite nuevo a los alimentos para reemplazar el aceite absorbido y usar utensilios de cocina adecuados, como vidrio o aluminio.
Asimismo, agrega que al escoger el aceite para freír es importante elegir opciones saludables como el de pepita de uva y almacenarlos adecuadamente, “para esto es necesario mantenerlos en recipiente opaco y en un lugar oscuro, preferiblemente a baja temperatura, lo que ayudará a preservar su calidad y durabilidad”.
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