Esta localidad de la Región de Los Lagos forma parte del Área de Conservación de Múltiples Usos Lafken Mapu Lahual, cuyas comunidades tienen una relación histórica con el mar, los ríos, los bosques y las especies que allí habitan.
Pescadores artesanales, comunidades indígenas, autoridades del Ministerio del Medio Ambiente y representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) participaron en el lanzamiento del proyecto GEF Incentivos parala Conservación de la Biodiversidad (ICB) en caleta Huellelhue, Región de Los Lagos. La iniciativa promueve la restauración y protección de los ecosistemas marinos y costeros mediante herramientas innovadoras y la colaboración ciudadana.
El hito marcó el inicio oficial de una experiencia demostrativa que busca diseñar y aplicar incentivos económicos para la conservación y uso sustentable de la biodiversidad en esta aislada caleta de la comuna de Río Negro, en la provincia de Osorno. Esta estrategia se enmarca en la implementación de la Ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), y reconoce el valor ecológico y cultural del territorio ancestral del pueblo Mapuche Huilliche.
“Este proyecto busca precisamente reconocer el rol de las comunidades costeras en la conservación y ofrecer soluciones concretas para su sostenibilidad”, señaló en la presentación Amerindia Jaramillo, coordinadora nacional del Proyecto GEF ICB.
La ceremonia se realizó en la Escuela de Huellelhue y también contó con la participación de la Seremi del Medio Ambiente de Los Lagos, Alejandra De la Fuente; la jefa del Programa de Ambiente y Desarrollo del PNUD, Paloma Toranzos; el alcalde de Río Negro, Sebastián Cruzat Cárcamo; pescadores artesanales y representantes de organizaciones comunitarias.
“Para el PNUD es muy importante estar presentes acá en la caleta de Huellelhue, porque estamos desarrollando un proyecto que para nosotros es fundamental”, dijo Paloma Toranzos. “Estamos intentando conservar y proteger al choro zapato, que es el gran recurso que se está trabajando acá, y a su vez poder desarrollar incentivos económicos que permitan preservarlo”, agregó.
Miguel Espíndola, director de Conservación Oceánica del Centro de Pesca Sustentable —organización garante de conservación del proyecto— presentó los primeros avances del trabajo territorial junto a las comunidades locales.
Conservación del choro zapato
Al finalizar la actividad, se realizó un recorrido en lancha por un banco natural de choro zapato, en el estuario del río Huellelhue. En este sitio se implementarán acciones de repoblamiento de la especie, junto con la aplicación de instrumentos económicos que permitan su manejo sostenible.
“Estamos iniciando un trabajo en turismo en conjunto con comunidades locales para ofrecerles esta maravilla que tenemos acá” a quienes visiten la caleta, dijo Rubén Moreno, presidente de la mesa de Coordinación Territorial de Caleta Huellelhue. “Siempre hemos cuidado todo lo que tenemos en nuestro entorno, hemos cuidado la pesca, hemos cuidado el choro zapato. Si no, ya no habríamos tenido choro a esta altura”, destacó el dirigente.
El proyecto busca promover el repoblamiento y la restauración del ecosistema que alberga el banco natural de choro zapato (Choromytilus chorus) con un enfoque de conservación y recuperación de este recurso, junto con la promoción de certificaciones de buenas prácticas ambientales y retribución por servicios ecosistémicos desarrollados junto con la comunidad, que asumió el compromiso de proteger el medio ambiente marino-costero.
Este proyecto GEF apoya la iniciativa con acciones que permiten fortalecer la gobernanza territorial y establecer estrategias de financiamiento de largo plazo.
“Estamos muy contentos como Ministerio y como Secretaría Regional de poder compartir esta herramienta que tienen el GEF y el PNU de acercar a las comunidades a la pesca sustentable, a la crianza sustentable de algunos productos marinos”, señaló la Seremi De la Fuente.
Además, se fortalecerán capacidades locales en monitoreo, vigilancia, repoblamiento y gestión ambiental, con el objetivo de asegurar la sostenibilidad del esfuerzo en el tiempo.
Incentivos para la conservación
Chile posee una biodiversidad única, pero sus ecosistemas enfrentan amenazas por el cambio de uso del suelo, el uso de las aguas, la sobreexplotación de bienes naturales, la degradación ambiental y el cambio climático. A pesar de las regulaciones y políticas de conservación y uso sostenible de los recursos, se requiere promover nuevas formas de protegerla naturaleza y detener la pérdida acelerada de la biodiversidad.
El proyecto ICB busca incorpora herramientas innovadoras que generan incentivos para la conservación y fortalecen la gestión sostenible de los territorios. Trabaja con dos tipos de instrumentos para movilizar recursos y compromisos. Por un lado, los normativos, que establecen reglas claras para compensar impactos ambientales residuales y garantizar la protección de la biodiversidad a largo plazo.
Además, busca implementar nuevos instrumentos económicos, que generan incentivos y oportunidades de financiamiento para la conservación. Entre ellos, la certificación de buenas prácticas que reconoce a quienes hacen aportes concretos en la conservación de la naturaleza, y las retribuciones por servicios ecosistémicos, que permiten que quienes se benefician de la naturaleza, aporten recursos para su protección y restauración.
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