La distinción, oficializada mediante el Decreto Alcaldicio N°2482, reconoce más de seis décadas de trayectoria educativa inspirada en los valores ignacianos, que han formado generaciones de estudiantes con un sello profundamente humano. Como señaló el alcalde Jaime Bertín: “Los pueblos tienen memoria, y los méritos hay que reconocerlos. El Colegio San Mateo ha hecho un tremendo aporte a la ciudad.”
Desde su fundación en 1959 por los jesuitas de la Provincia de Maryland, el Colegio ha asumido una vocación social y educativa que ha dejado huella en miles de estudiantes. Ha sido un colegio ‘sin rejas’, comprometido con abrir oportunidades donde antes no las había. Así lo manifestó el P. Pablo Poblete SJ, capellán general del colegio: “Nuestro colegio ha optado por incluir, acompañar y formar en excelencia humana. Ser reconocidos por ello nos llena de orgullo, pero también nos llama a seguir creciendo en servicio a la comunidad osornina.”
Este modelo se expresa en acciones como la Semana Solidaria (SEMASOL), los trabajos voluntarios en sectores rurales y un sistema de becas que beneficia actualmente a más de 130 estudiantes de enseñanza media. Todo ello reafirma la convicción de que una educación de calidad debe estar al alcance de todos.
Durante la ceremonia, una delegación representó a toda la comunidad educativa: El Centro de Alumnos, el Centro General de Padres, docentes y equipos pastorales. Pilar Ramírez, directora de Pastoral y Formación, compartió: “Es un tremendo orgullo para el colegio ser reconocido por su aporte a la comunidad. Este reconocimiento también es un desafío para seguir formando estudiantes conscientes, competentes, comprometidos y compasivos.”
Desde el Centro General de Padres, Alejandra González y Hanoch Figueroa expresaron: “Fue una emoción super grande. Estamos felices como comunidad sanmateína de que se reconozca un trabajo silencioso que se realiza día a día.”
Por su parte, P. Héctor Guarda SJ, capellán del tercer ciclo, destacó: “La formación que ofrecemos no es solo académica, sino también social y espiritual. Trabajamos para construir una sociedad donde no haya personas de primera y segunda categoría, y este reconocimiento valida esa misión.”
El presidente del Centro de Alumnos, Fernando Díaz, también estuvo presente: “Desde mi experiencia como alumno, este reconocimiento es muy acertado. Fue una sorpresa, pero también un orgullo que se reconozca al San Mateo por su compromiso con la comunidad.”
Como establece el Proyecto Educativo Institucional 2024–2028, el desafío que asume el colegio para los años venideros es claro: continuar siendo un espacio abierto a la comunidad, comprometido con la excelencia académica y espiritual, con especial dedicación a las y los más vulnerables.
Este reconocimiento no es un punto de llegada, sino un impulso renovado para seguir formando, por muchos años más, hombres y mujeres que, puedan en todo Amar y Servir.
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