Académica ULagos, arquitecta y urbanista, Isabel Alt explica cómo funcionaría un sistema de esa magnitud en esta ciudad y cuáles podrían ser los primeros pasos a implementar.
Disfrute de la vida urbana y construcción de ciudades más amigables, con menos contaminación visual y auditiva, menos emisión de gases tóxicos, es el objetivo que se ha planteado el país con la implementación del Plan de Electromovilidad. Y luego de las palabras del Presidente Gabriel Boric en su último discurso, queda claro que la iniciativa espera ser una realidad próximamente, siendo Osorno una de las comunas pilotos anunciadas por el Presidente en su Cuenta Pública.
Todo se enmarca en la Estrategia Nacional de Electromovilidad que dará paso en una primera instancia al cambio en los buses de transporte público por unos que prácticamente no emiten ruidos que puedan llegar a ser contaminantes, ni mucho menos gases. Así lo destaca la académica del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Los Lagos, Magíster en Urbanismo, Isabel Alt.
“Es de suma relevancia que estas iniciativas que generalmente se aplican en la región Metropolitana tengan una bajada concreta en regiones con el fin de aportar también en la línea de la descentralización del país. Creo importante destacar los aspectos positivos de esta política que constituye un gran aporte en la línea de la sostenibilidad para la ciudad, considerando que los efectos contaminantes provocados por los vehículos convencionales podrían comenzar a disminuir considerablemente. Si bien, inicialmente el plan comenzará a aplicar para buses, de acuerdo a la Estrategia Nacional de Electromovilidad éste debiese en el futuro también considerar la actualización de otro tipo de trasportes colectivos”, indica.
Según explica la profesional, el cambio que se ha planteado y ratificado tras las palabras del Presidente en su Cuenta Pública, será paulatino ya que es difícil reemplazar toda la flota de buses convencionales de una sola vez. Asimismo, será necesario hacer algunas adecuaciones en la infraestructura urbana por cuanto son buses que tienen algunas condiciones de funcionamiento diferentes.
“Para poder incorporar buses eléctricos en una ciudad, efectivamente se deben considerar algunos aspectos básicos, los cuales no son difíciles de resolver entendiendo que el cambio es paulatino. En primera instancia, es necesario contar con infraestructura de carga, es decir espacios habilitados para que los buses puedan conectarse a la red eléctrica. En esta línea, los buses necesitan un cargador con una potencia específica para su funcionamiento, por ende, se trata de espacios habilitados técnicamente para cumplir esta función, generalmente estas infraestructuras se instalan en los terminales de buses que son los espacios de inicio y remate de los recorridos, con el fin de agilizar el proceso. Esto es algo básico y necesario para dar inicio al servicio, si no existiera es imposible hacer efectivo el funcionamiento del plan”, explica la académica.
Adicionalmente -según plantea- se deben considerar estaciones de monitoreo y mantención para los buses, lo cual viene de la mano con la necesidad de contar con mecánicos locales especialistas y personal capacitado en esta línea. Como actualmente no ha sido un área de desarrollo de la comuna, seguramente va a tener que implementarse un plan de capacitación y formación de personas que puedan desarrollar funciones y tener roles claves dentro del proceso de funcionamiento cotidiano de los buses y la infraestructura asociada.
“En la misma línea, es importante capacitar a los Organismos de Primera Respuesta (OPR) como bomberos, carabineros, personal de ambulancias y todos los profesionales ligados a primeros auxilios en ruta, dado que en caso de accidentes o por ejemplo ante un eventual incendio de un bus, la batería eléctrica requiere de procedimientos específicos, que impiden actuación a través de estrategias aplicables a un bus convencional”, señala.
¿Será necesario hacer algunas adecuaciones en las calles o en los espacios públicos disponibles?
En términos de morfología los buses eléctricos no distan mucho de los buses tradicionales que conocemos, por tanto, si hablamos de aspectos funcionales de radio de giro y movilidad urbana a mi juicio no se requeriría rediseño de vías ni intersecciones. Si me parece importante prever la respuesta de la infraestructura vial según su estado actual, visualizando un posible desgaste mayor de pavimentos, dado que los vehículos eléctricos tienen mayor masa pues poseen una batería de alto peso y por ende en sí mismos generan mayor carga sobre el suelo. Probablemente, esto va a significar que la mantención de las vías deba hacerse más seguida e incluso deba considerarse cada cierto tiempo una repavimentación, con el fin de no dañar la infraestructura urbana que utilizan todas las personas. No obstante, para el beneficio que se genera estos cambios son necesarios y no implican grandes esfuerzos si los consideramos a largo plazo.
Respecto de las fechas propuestas, si bien se anunció para el 2025, se sabe que será un comienzo paulatino donde funcionarán de manera paralela ambos servicios. A juicio de la académica ULagos, experta en urbanismo, seguramente se definirá un modelo de participación ciudadana para poder determinar de mejor manera los recorridos, identificar la mayor demanda por sector y los buses que se destinarán para ello.
“Infiero que la decisión de utilizar a la ciudad de Osorno como una de las comunas piloto del plan de electromovilidad radica en gran medida en que el funcionamiento urbanístico actual de la ciudad es bastante más ordenado que muchas otras ciudades chilenas donde los índices de congestión vial son elevados, la infraestructura tiene un nivel de deterioro mayor o los espacios aledaños a los terminales de buses se encuentran colapsados sin posibilidad de contar con estaciones de carga”, sostiene.
“Me parece que lo más urgente -antes de que lleguen los buses, que es muy factible puedan estar en 2025 ya que los recursos públicos ya fueron asignados y aprobados para ello- es diseñar y habilitar las estaciones de carga en los terminales de buses o espacios designados para esta función, así como capacitar a los profesionales y actores correspondientes a cada servicio”, de esta manera, explica la académica, si se cumplen dichos pasos podría ser factible cumplir con el plan dentro de los plazos asignados y Osorno transformarse en una de las primeras comunas de Chile en contar con la electromovilidad.
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