Esta iniciativa busca fortalecer la autonomía económica de mujeres del sector, entregándoles herramientas prácticas para desarrollar emprendimientos gastronómicos desde sus hogares.
Por segundo año consecutivo, vecinas del sector de Isidoro Campaña de Las Compañías participaron de un taller de repostería básica, el cual se enmarca en el programa “Somos Barrio” desarrollado por el municipio local, la Subsecretaría de Prevención del Delito, Carabineros y Santo Tomás, guiado por docentes y estudiantes de segundo año de la carrera de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena.
En esta nueva versión del proyecto, un total de 20 mujeres participaron en tres talleres de pastelería básica, donde aprendieron técnicas, recetas y principios de manipulación y preparación de productos tradicionales chilenos, como empolvados y chilenitos, con un enfoque en bajo costo y fácil elaboración.
Ante ello la directora de la carrera de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena, Valeria Vidal, destacó la importancia de esta alianza formativa. “Nosotros venimos participando en este programa junto a la municipalidad desde el año pasado. Este año realizamos talleres de pastelería básica donde las participantes aprendieron recetas que pueden practicar en sus casas y así generar sus propios emprendimientos”.
Por su parte, el rector de Santo Tomás La Serena, Pablo Pinto, valoró la relevancia social y educativa de la iniciativa. “Es una labor fundamental que realizamos junto a la municipalidad, la Subsecretaría de Prevención del Delito y el programa Somos Barrio. Este tipo de acciones nos permite extender la formación hacia las comunidades locales, desarrollando aprendizajes significativos en gastronomía y cocina chilena”.
Por parte de la comunidad, la presidenta de la Junta de Vecinos Isidoro Campaña, María Angélica Jiménez, quien participó del taller expresó su satisfacción con el desarrollo del proyecto “Es el segundo año consecutivo con este programa y estoy feliz, he aprendido muchas cosas. Ojalá el próximo año se realicen preparaciones saladas y lo bueno es que estos talleres están abiertos para todas quienes quieran participar”.
Palabras que se sumaron a las de Maritza Tapia, presidenta de la Junta de vecinos villa de Los Llanos quien destacó que “ojalá para el próximo año también se nos dé, porque la verdad de las cosas que se aprende bastante, hubo compañeras nuevas, y se dio harto compañerismo que es lo que debe suceder siempre”.
La gestora barrial del programa Somos Barrio, Claudia Pizarro, subrayó que este tipo de talleres cumple con los pilares fundamentales del programa. “Ha sido totalmente exitoso poder entregar herramientas a las vecinas que les permitan alcanzar autonomía económica. Este programa busca fortalecerlas en lo comunitario, en el trabajo intersectorial y con instituciones como Carabineros. Las vecinas están muy entusiasmadas, quieren seguir aprendiendo y esperamos que se sigan sumando más mujeres, porque este tipo de alianzas son muy valiosas”.
Desde la propia experiencia estudiantil también se destacó el vínculo con la comunidad. “Estamos muy contentos como estudiantes porque pudimos aprender más sobre este barrio y sus personas. Fue muy enriquecedor conversar con ellas y entender sus realidades. Esto nos enseña a ser mejores profesionales y a vincularnos con las personas desde lo humano”, destacó Nayareth Castillo, alumna de gastronomía.
Finalmente el delegado municipal de Las Compañías, Francisco Zamora, enfatizó en el compromiso de la casa edilicia en estos proyectos. “Estamos muy contentos con el desarrollo de esta actividad. Este curso de repostería permite que las mujeres del sector puedan adquirir nuevas habilidades y generar oportunidades de emprendimiento o ingresos familiares. Nuestra alcaldesa está comprometida con impulsar este tipo de talleres que promueven el crecimiento personal y profesional de la comunidad”.
El proyecto “Somos Barrio” ha permitido que mujeres jefas de hogar del sector de Las Compañías no solo adquieran conocimientos técnicos en repostería, sino también fortalezcan su confianza y espíritu emprendedor. A la vez, los estudiantes de Santo Tomás ponen en práctica sus aprendizajes, aportando al desarrollo local y generando un impacto social positivo que refuerza el compromiso institucional con la comunidad.
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