El templo requiere con urgencia una inyección directa de recursos para realizar los trabajos de restauración, ya que los actuales fondos concursables que ofrece el Estado son insuficientes. La falta de conservación de esta iglesia, además de las de Detif, Ichuac y Cahuach, pone en riesgo la declaratoria Unesco que les otorgó la categoría de Patrimonio de la Humanidad.
Con el objetivo de efectuar una inspección técnica y comenzar con la fase de estudios sobre el estado de conservación de la estructura de la Iglesia San Antonio de Colo, un grupo de profesionales especialistas en conservación patrimonial y empresas, lideradas por Recovery Patrimonio, se reunieron en torno a la denominada “Minga de Colo”, iniciativa que busca restaurar parte de este emblemático templo.
“Se efectuó una detallada evaluación de la iglesia de Colo, principalmente de las vigas del piso, dado que su estado de conservación es bastante preocupante, por lo tanto, se requiere realizar con celeridad los trabajos de restauración, misma situación ocurre en los templos de Detif, Cahuach e Ichuac”, aseguró Natalia Cruz, directora ejecutiva de la Fundación Iglesias Patrimoniales de Chiloé.
Patricio Astaburuaga, gerente de la empresa Recovery Patrimonio, dijo que en esta primera etapa se realizó el control de insectos xilófagos (fumigación), procedimiento sanitario aportado por las empresas Ingus Chile (Xyladecor) y Syngenta. “Asimismo comenzamos con la fase de estudios, que determinarán los daños estructurales del templo”.
Astaburuaga agregó que luego de terminada la etapa de los análisis técnicos, se podrán establecer los costos que involucra la restauración parcial de la iglesia. “La idea es que en marzo próximo, en el marco de un seminario, podamos exponer los resultados, y con datos precisos sobre el estado del templo, buscar financiamiento para comenzar con los trabajos de restauración”.
En representación de la comunidad, Marta Aquintuy, encargada de las llaves de la Iglesia San Antonio de Colo, expresó que “hace mucho tiempo estamos esperando la restauración de nuestro templo, por lo que invitamos a todas y todos a aportar en esta “minga”, que permitirá que nuestro patrimonio sea conservado para las futuras generaciones”.
Estructura del piso
Juan Martínez, arquitecto calculista, detalló que con el destape de las vigas se constató un descendimiento en un sector de una línea de la iglesia, lo que provocó que la estructura se adhiriera al plano del terreno, situación que impide el paso del aire por debajo del templo, causando un proceso de “pudrición” de la madera.
“Es necesario reparar la fundación de los pilares que se asentaron en la superficie, para lo cual hay que estudiar la mecánica de suelo y los aspectos arqueológicos, con el objetivo de estabilizar la línea que ha ido descendiendo y poder recuperar el entrepiso y el plano del templo, para evitar que se siga deformando y dañando el resto de la estructura”, explicó Martínez.
Por su parte, José Luis Catalán, maestro mayor, director de Patrimonio Sur, explicó que con el destape de las vigas del piso del templo se “pudo constatar el avanzado deterioro causado por la humedad y la plaga de insectos, por lo tanto, “era urgente tomar las medidas necesarias para que el daño no siga avanzando en este importante edificio religioso. Esperamos, además, poder reunir los recursos necesarios para efectuar la restauración que requiere la iglesia”.
Finalmente, la arquitecta Katherine Araya, puntualizó que este año, a través de la Fundación Iglesias Patrimoniales de Chiloé, “postulamos al Fondo del Patrimonio Cultural para ejecutar la etapa de diseño del proyecto de restauración de la Iglesia de Colo, financiamiento que permitiría realizar los estudios de mecánica de suelo y la arqueología asociada, y generar un proyecto de conservación ejecutable por etapas”, señaló la profesional.
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