Más allá de lo llamativo de la noticia del robo de pescado en altamar en Talcahuano, esta debe ser una alerta para los consumidores a la hora de comprar este producto y de la relevancia de hacerlo en un comercio establecido. Por un lado, existen riesgos sanitarios, además de riesgos legales.
En materia sanitaria, estos productos no cuentan con la trazabilidad necesaria para garantizar su inocuidad, así como tampoco se puede asegurar la correcta cadena de frío para la conservación. Esto hace que puedan aumentar los patógenos presentes en el pescado, incluyendo bacterias termoestables, es decir, que no se van a destruir con la cocción y, por lo tanto, van a producir reacciones gastrointestinales como son las intoxicaciones alimentarias.
Por otro lado, las especies podrían llegar a estar contaminadas con elementos como mercurio altamente riesgoso en niños, personas mayores y embarazadas. Finalmente, el comprar pescados robados en el país tiene sanciones que van desde multas graves a incluso días de presidio.
Constanza Bugmann Pinto
Académica Nutrición y Dietética UNAB
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