Directora Clínica Hospital Clínico Veterinario
Universidad Andrés Bello
Camino a nuestras casas, al trabajo o durante un paseo, vemos animales que vagan por las calles en busca de refugio, agua, alimento y, sobre todo, afecto.
Hoy es una realidad que las mascotas forman parte de la familia en muchos hogares de Chile, pero aún existe un gran desafío: la gran cantidad de animales sin hogar. Se estima que por cada 2,4 perros con dueño hay 1 que no lo tiene, y por cada 7,1 gatos con dueño hay 1 callejero (SUBDERE). Algunos nacen en la calle sin un futuro asegurado, mientras que otros fueron alguna vez parte de un hogar y terminaron siendo abandonados por falta de planificación y compromiso.
La realidad de los animales sin hogar es una responsabilidad de toda la sociedad, y como tal, podemos contribuir a mejorar la vida de muchos de ellos. Tres acciones clave pueden generar un cambio significativo: adoptar, esterilizar y educar. Con estos simples pasos, el impacto puede ser enorme.
Cada adopción responsable transforma una historia, deja atrás la calle y permite que un animal tenga una familia que lo cuide. La esterilización corta el ciclo de nacimientos no planificados y, en consecuencia, reduce la cantidad de animales abandonados. La educación sobre tenencia responsable, cuidado, respeto y bienestar animal debe seguir transmitiéndose para cambiar el pensamiento colectivo y formar generaciones más conscientes.
Pero ayudar no siempre significa llevar a un animal a casa. También se puede colaborar apoyando a fundaciones, compartiendo información, participando en esterilizaciones de animales comunitarios o incluso ofreciendo agua y comida a quienes viven en la calle.
Cada gesto cuenta y puede ser el inicio de una oportunidad que cambie para siempre la vida de un animal abandonado.
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