Con pinturas de Julio Escámez y dispositivos lumínicos y sonoros, la exposición fusiona arte y geografía para explorar las tensiones entre lo natural y lo artificial en el Biobío se presenta en la Pinacoteca UdeC.
“Del rayo al efecto tardío del trueno” propone un viaje sensorial a través del río Biobío y de su constante cambio y mutación del paisaje, fusionando arte y geografía para explorar las tensiones entre lo natural y lo artificial. La muestra que hasta este 30 de marzo se exhibe en la Pinacoteca de la Universidad de Concepción, establece un diálogo contemporáneo con la obra del emblemático pintor, grabador y muralista chileno, Julio Escámez (1925-2015).
Co-creada por la artista visual, Carolina Opazo, docente del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello, la geógrafa Rebeca en colaboración con Amparo Prieto, la colección conecta con Escámez a través de aquellas pinturas y bocetos, que capturan la fuerza de la naturaleza y el despojo de los territorios, como eje central. “En su obra, el caos y la potencia de la naturaleza nos invitan a reflexionar sobre los efectos devastadores de la modernidad”, describe Opazo.
La propuesta se articula en torno a cuatro dispositivos artísticos que descomponen y resignifican las representaciones del paisaje cordillerano. “Los medios dispuestos funcionan como nodos de un sistema de referencias cruzadas que estimulan un pensamiento de las conexiones”, explica una de sus autoras.
Uno de estos elementos es el dispositivo lumínico, que genera una atmósfera de semipenumbra en la sala, destacando zonas específicas de las pinturas de Escámez. “La luz recorta y destaca zonas específicas de las tres pinturas de Escámez, generando un juego de fragmentación visual que interrumpe una visión totalizadora”, detalla.
En el centro de la sala, el dispositivo editorial presenta dos libro-objetos que documentan la investigación artístico-geográfica realizada en las nacientes del Biobío. “Pangue – Malla – Quepuca – Lomín documenta, a través de mapas, escritos y fotografías, nuestra investigación en la cordillera del Alto Biobío”, describe Opazo. Estos libros contrastan los bocetos de Escámez presentes en la colección de la Pinacoteca de la Universidad de Concepción con imágenes de archivo de la intervención hidroeléctrica, generando una tensión entre la mirada sensible del artista y la fría objetividad de las imágenes técnicas.
A esto se suma el video-objeto, que proyecta la imagen estática de un embalse hidroeléctrico, donde una montaña suspendida sobre el agua inmóvil genera un horizonte ambiguo y desestabilizado. “La imagen, contenida en una esfera de cristal, invierte la escena y la repliega sobre sí misma, evocando la idea de un paisaje atrapado en su propia imagen”.
El recorrido culmina con el dispositivo sonoro, una caja negra suspendida en el espacio que emite una composición sonora de 38 minutos en tres canales. “El sonido deviene imagen, permitiendo que, a ojos cerrados, los fragmentos dispersos a lo largo de la muestra se reúnan en una experiencia sensorial unificada”, afirma. Este dispositivo encapsula las mediaciones socio-ecológicas y sociotécnicas que se entrelazan en el paisaje del Biobío.
El título de la exposición, “Del rayo al efecto tardío del trueno”, es una cita extraída de un texto de Julio Escámez, donde analiza los sistemas perceptivos. “Esta reflexión sobre la inmediata percepción del rayo y su resonancia tardía en el trueno se conecta con nuestra exploración del río Biobío”, explica la artista. El río, al igual que el rayo y el trueno, es un agente de transformación cuyos efectos se despliegan a lo largo del tiempo, revelándose en la memoria histórica y ecológica de los territorios.
La muestra aborda también el concepto de memorias fracturadas, evidenciando la distancia temporal entre el paisaje que Escámez recorrió en su infancia y juventud, y la realidad modificada de hoy. “Esta distancia resalta cómo las transformaciones que se han dado en esos territorios no solo son físicas, sino también psíquicas y emocionales”, concluye Opazo.
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