Autoridades y mundo evangélico repudian sus discursos de odio y su historial de delitos, que incluyen robo, amenazas y porte de arma blanca.
Un escandaloso historial delictual ha salido a la luz en torno a Jean Paul Navarro, un hombre de 39 años que predicaba a diario en la Plaza de la Independencia de Concepción con discursos de odio que justificaban agresiones sexuales y hasta asesinatos de mujeres y niñas.
El individuo, que se presentaba como predicador, acumula un prontuario con al menos 17 detenciones y 13 denuncias ante la justicia, por delitos que van desde robo en lugar habitado hasta porte de arma blanca y amenazas.
Ante estos antecedentes, el Gobierno, a través del delegado presidencial Eduardo Pacheco, confirmó la presentación de una denuncia ante el Ministerio Público, solicitando una investigación exhaustiva y la “más amplia condena a este tipo de acciones”.
El mundo evangélico también se ha pronunciado, desvinculándose tanto del discurso como de la conducta de Navarro. Desde las iglesias han manifestado su preocupación y han reiterado su repudio a estas prácticas. “Rechazamos categóricamente este tipo de mensajes y nos desmarcamos de cualquier persona que los propague”, señaló el pastor Héctor Luengo, presidente del Consejo de Pastores.
El caso ha generado indignación en la opinión pública y ha abierto el debate sobre el control de los discursos de odio en espacios públicos, así como la necesidad de tomar medidas más estrictas frente a reincidentes con antecedentes penales tan amplios como los de Navarro.
Fuente: Radio Bio Bío
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