Conmemoración del día Internacional de la Educación No Sexista

Flipping of unequal to equal sign between man and woman. Human and business right concept. Marcela Opazo Galaz

Académica Obstetricia

Universidad Andrés Bello

El sistema educativo chileno ha sido históricamente un reflejo de las desigualdades sociales y culturales, siendo objeto de críticas debido a la prevalencia de estereotipos y roles de género arraigados en los planes de estudio, materiales didácticos y prácticas docentes.

A pesar de los avances en materia de cobertura y acceso, persisten brechas en términos de calidad y equidad en el sistema educativo. Una de las manifestaciones más preocupantes de esta realidad es la perpetuación de los estereotipos y roles de género, favoreciendo las desigualdades y limitando las oportunidades de desarrollo personal y profesional de niños y jóvenes.

Las consecuencias de una educación sesgada por el género son profundas y duraderas. Las niñas y mujeres pueden experimentar una disminución en su autoestima y confianza, lo que limita sus opciones académicas y profesionales. Por otro lado, los niños y hombres deben  suprimir emociones y comportamientos considerados “femeninos”, lo que puede tener un impacto negativo en su desarrollo emocional y relaciones interpersonales.

La educación no sexista, promueve la eliminación de estereotipos de género y fomenta la equidad entre hombres y mujeres y además, tiene una relación directa y profunda con la salud sexual y reproductiva, ya que estos estereotipos perpetúan desigualdades, la falta de acceso a la información y a los servicios de salud adecuados.

La educación no sexista juega un papel crucial en la prevención de la violencia de género, que tiene un gran impacto en la salud sexual y reproductiva, ya que limita la capacidad de las personas para tomar decisiones informadas sobre sus cuerpos y sus vidas. Al educar a los jóvenes sobre el consentimiento, el respeto mutuo y la igualdad, se crean bases más sólidas para relaciones saludables y libres de violencia. Además, una educación no sexista sensibiliza a los niños sobre la importancia de denunciar y combatir cualquier forma de abuso, lo que contribuye a una sociedad más segura y equitativa.

Otra dimensión importante de la educación no sexista es su capacidad para proporcionar una educación sexual integral, libre de prejuicios y tabúes. Una educación sexual integral y no sexista aborda estas cuestiones de manera abierta y científica, ofreciendo a los jóvenes las herramientas que necesitan para tomar decisiones informadas y responsables sobre su salud sexual y reproductiva, evitando embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual y falta de conocimiento sobre métodos anticonceptivos.

Abordar el sexismo en la educación requiere un enfoque integral que involucre a todos los sectores del sistema educativo. Una educación libre de sesgos de género implica cuestionar las normas y expectativas sociales impuestas en función del sexo biológico y abre un camino hacia una mayor autonomía y empoderamiento para todas las personas.

Al promover la igualdad de género en las aulas, se fomenta el respeto mutuo y se desafían los estereotipos dañinos, debido a que se promueve una perspectiva inclusiva y diversa que reconozca y respete las identidades de género y orientaciones sexuales diversas. Al integrar una educación que visibilice y valore la diversidad, se promueve un entorno más inclusivo y seguro para todas las personas, independientemente de su identidad de género u orientación sexual. Tanto niños como niñas aprenden a valorar las contribuciones y perspectivas de las personas, sentando las bases para una sociedad más justa e inclusiva.

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