Una tenencia responsable implica estar al tanto de las necesidades de nuestras mascotas y ante la cercanía del verano es bueno tener claro cuáles son los cuidados necesarios, si es bueno, por ejemplo, rapar a los gatos o si hay perros que puedan verse especialmente afectados.
Ya hemos visto temperaturas más altas de lo normal en Brasil, Perú y otros países, por lo tanto, debemos estar preparados para el calor intenso este verano. Esto implica cuidar la salud propia y la de nuestras mascotas. Los animales en general tienen una temperatura normal más alta que las personas y ciertos animales salvajes pueden sobrellevar el calor bastante mejor que los humanos. Sin embargo, eso no ocurre con perros y gatos.
La directora académica del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Andrés Bello en Concepción, Paloma Moreno, explica que, los perros, regulan su temperatura por medio del jadeo aumentando la frecuencia respiratoria. “Pero lamentablemente, algunas razas presentan malformaciones de la anatomía de la cabeza, específicamente en el sistema respiratorio superior (fosas nasales, vías aéreas, laringe, faringe) lo que les impide una buena regulación de su temperatura”. Son las llamadas braquicefálicas, aquellas que se caracterizan por tener el hocico corto y nariz achatada. Dentro de las más conocidas están el Bulldog francés, Bulldog inglés, Pug, Shih tzu, Boston terrier, Pequinés, entre varias otras.
Estas razas, advierte la especialista, además de tener dificultades para tolerar el calor, tienen problemas respiratorios durante todo el año, tales como ronquidos, sonido al respirar y resistencia al ejercicio. “Lamentablemente en los días de temperaturas muy elevadas tienen más probabilidades que el resto, de sufrir un shock por calor. Debido a estas complicaciones, hay países que incluso están legislando en contra de su reproducción y prohibiendo la venta de crías para evitar sufrimiento animal, ya que presentan muchas alteraciones de salud (Síndrome braquicefálico)”.
El shock por calor es un aumento de la temperatura corporal, más allá de los 42°C, donde hay una deshidratación marcada que, en conjunto con el aumento de la T° corporal, provoca una falla multisistémica que puede causar la muerte. “Por lo tanto, si nuestro perro está con un jadeo excesivo, se niega a caminar, presenta dificultad para mantenerse de pie, dificultad respiratoria, vómitos y/o diarreas se debe recurrir de forma urgente al veterinario”, señala.
¿Qué pasa con los gatos?
En los gatos el pelo les sirve como regulador de temperatura, porque disminuye el proceso de absorción de calor, “por lo mismo no siempre está indicado cortarles el pelo y es mejor consultarlo con el veterinario”. En general, explica Moreno, los gatos regulan su temperatura a través del lamido, humedeciendo su pelo y piel y además buscan superficies frías donde acostarse. A pesar de esto, si no logran bajar su temperatura también jadean, pero es mucho menos común que en los perros.
¿Cómo podemos ayudar a nuestras mascotas?
La académica aconseja, en primer lugar, evitar paseos a las horas de mayor calor, especialmente en razas braquicefálicas, en las que, “dependiendo de su dificultad respiratoria, a veces es mejor realizar paseos solo en la mañana temprano y de noche”.
Es importante mantener agua fresca a libre disposición todo el día, mojar a los perros los días muy calurosos si es que lo disfrutan. Si está al aire libre, asegurarse de dejar sombra donde pueda protegerse.
“Jamás dejar a una mascota en un auto, aunque tenga las ventanas abiertas. La temperatura dentro de un auto sube muy por encima de la temperatura ambiental”, enfatiza la veterinaria.
Evitar pasear por el cemento los días de mucho calor. El cemento concentra la temperatura y puede quemar los cojinetes de perros y gatos.
Por último, recomienda disminuir los paseos al inicio de la temporada de calor, “ya que el cuerpo aún está tratando de aclimatarse a la temporada de aumento de temperaturas. Es en este período cuando se producen más eventos de shock por calor”.
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