La Contraloría General de la República (CGR) tomó razón de la resolución de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) que aprueba las modificaciones de los Contratos de Arrendamiento y Proyecto en el Salar de Atacama suscritos con SQM Salar SpA, cuya vigencia se extiende hasta 2030; y los nuevos Contratos de Arrendamiento y Proyecto en el Salar de Atacama suscritos con Codelco y su filial Minera Tarar SpA, que tendrán efecto desde 2031 hasta 2060, trámite que se inició en septiembre pasado.
La entrada en vigor de estos contratos permitirá dar continuidad a las operaciones de litio en las pertenencias mineras que posee Corfo en el Salar de Atacama y aumentar la producción de manera sostenible, con nuevas tecnologías y sin usar agua continental en el proceso productivo. Con este avance, además, se concretará la incorporación temprana del Estado en la operación, a través la alianza público-privada entre SQM y la empresa minera estatal Codelco, permitiendo a esta última la adquisición gradual de conocimiento técnico y comercial para un nuevo negocio, antes de asumir tareas operacionales.
Al respecto, el biministro de Economía, Fomento y Turismo, y Energía, Álvaro García sostuvo que “valoramos profundamente la toma de razón realizada por la Contraloría, que nos permite avanzar en la materialización de una iniciativa estratégica para Chile. Con este paso, estamos cumpliendo un compromiso del Gobierno en torno a asegurar la presencia activa del Estado en una industria del litio mediante la asociación público-privada entre Codelco y SQM, en la que el Estado tendrá una participación estratégica mayoritaria”. Agregó que “esta empresa conjunta no solo garantiza continuidad operacional en el Salar de Atacama, sino que proyecta un futuro de innovación, sostenibilidad y generación de valor para el país, en un contexto global de creciente demanda por litio. Este avance consolida nuestra posición como líder en la transición energética, asegurando ingresos para el Estado, desarrollo regional, oportunidades para las comunidades y desarrollo productivo”.
En tanto, el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, destacó que “el desarrollo de un proyecto conjunto entre Codelco y SQM entre el 2025-2060, permite evitar un valle o bache productivo y operacional después del 2030 y viabilizar una tramitación ambiental anticipada ante la autoridad competente para dar continuidad a la explotación, adelantando inversiones que permiten aumentar la producción en forma más eficiente y sostenible en el corto y mediano plazo, para alcanzar niveles de producción de entre 280.000 y 300.000 toneladas de LCE anuales antes del año 2030”.
Los nuevos contratos entre Corfo y esta alianza público-privada entre Codelco y SQM se enmarcan en la Estrategia Nacional del Litio (ENL), presentada por el Presidente Gabriel Boric en abril de 2023, que busca asegurar dos grandes objetivos: una mayor participación del Estado en las rentas asociadas al litio y el aumento sostenible de su producción en un contexto global de creciente demanda por este mineral.
Benavente agregó que esto “generará valor e impactos positivos en distintas dimensiones para la región y el país, entre ellos, una nueva fuente de ingresos para el Estado de Chile a través de Codelco, ingresos asegurados y sin interrupciones hasta el 2060 para Corfo, continuidad en el aporte de recursos para el desarrollo regional y para las organizaciones indígenas atacameñas, y continuidad de las fuentes de empleo y de la red de proveedores locales que se estructura en torno a estas operaciones mineras. Y desde el punto de vista del país: tener una posición sólida y estable en el tiempo en el mercado mundial del litio, que nos permita estar presentes y capturar valor en los ciclos de precios altos del mineral”.
Corfo enviará antes del 31 de diciembre los antecedentes requeridos por la Contraloría que darán cuenta del cumplimiento de los alcances e instrucciones planteados.
Importancia estratégica
Es importante mencionar que el Salar de Atacama es de especial relevancia para Chile, ya que es el que posee el mayor nivel de reservas de litio en el mundo y es único salar donde existen actualmente operaciones productivas en el país, a cargo de Albemarle y de SQM Salar SpA, a través de los contratos que mantienen con Corfo.
Esta última compañía ha desarrollado, por décadas, faenas para la explotación de litio y otros minerales, lo que le ha permitido adquirir un conocimiento técnico, experiencia operativa, comercial y capacidades específicas para la explotación de este mineral en las particulares condiciones geológicas e hidrogeológicas de este ecosistema, con infraestructura especializada de escala significativa para el refinamiento de productos de litio de calidad.
Las operaciones se iniciaron en los años ´90 con una capacidad productiva anual de 10.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE), con crecimientos graduales a través de los años, alcanzando en 2018 una capacidad instalada cercana a las 70.000 toneladas de LCE anuales, para posteriormente, y tras la modificación de los contratos en ese mismo año, dar paso a nuevas expansiones que triplicaron dicha capacidad, llegando a la fecha a una capacidad de producción de entre 210.000 y 240.000 toneladas de LCE anuales.
Hoy, y ya validados los nuevos contratos entre Corfo y las empresas encargadas de desarrollar el proyecto conjunto, se proyecta que hacia 2035 el Salar de Atacama alcance niveles de producción totales, sumadas las 2 operaciones (SQM/Codelco y Albemarle), por sobre las 400.000 toneladas de LCE anuales.
Consulta Indígena
Como resultado del proceso de Consulta Indígena realizado por Corfo, en el que participaron 51 organizaciones representativas del Pueblo Atacameño, los contratos recientemente aprobados por la CGR incorporan un conjunto de actualizaciones y mejoras respecto de los contratos vigentes hasta hoy, entre las que destacan aspectos relacionados con el cuidado medioambiental, en concordancia con la normativa legal vigente en el país y con los estándares internacionales para garantizar una operación sustentable en el largo plazo. Esto implicará la implementación de planes que permitan una disminución gradual de consumo de agua continental en las operaciones hasta su total reemplazo; la introducción gradual de nuevas tecnologías en el proceso productivo para una operación más sostenible y eficiente; la realización de estudios y pilotajes; la utilización de energías limpias; y el fortalecimiento del sistema de monitoreo y de auditoría ambiental.
Respecto de este conjunto de temas, los contratos establecen la participación activa de las organizaciones indígenas del Pueblo Atacameño o Lickanantay a través de una Mesa que, liderada por Corfo, dará seguimiento a las obligaciones ambientales que las empresas han asumido en el marco de los contratos, junto con elevar los estándares de relacionamiento permanente con dichas organizaciones.
Los contratos establecen también que, en el segundo semestre de 2026, las empresas deberán ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental el Estudio de Impacto Ambiental que permita llevar adelante el proyecto denominado Salar Futuro.
A éstas se agregan obligaciones de aportes para el desarrollo territorial que se destinan al Gobierno Regional de Antofagasta, a los municipios de Antofagasta, San Pedro de Atacama y María Elena, y a las organizaciones indígenas atacameñas de la cuenca del Salar de Atacama, destinados a impulsar el desarrollo de proyectos de inversión y fomento, entre otros.
Los nuevos contratos contemplan también aportes para el financiamiento de actividades de I+D en el país que impulsen un desarrollo económico sostenible y mantienen las cláusulas que contemplan la venta a precio preferente de una cuota de productos de litio a empresas que seleccione Corfo y que ofrezcan desarrollar actividades productivas de mayor valor agregado en Chile.
Para Corfo este avance significa consolidar los esfuerzos que viene realizando ya desde la década de los ´60, cuando se comenzó a desarrollar investigaciones y estudios en el Salar de Atacama para impulsar el desarrollo de proyectos mineros y una industria en torno a productos de litio y potasio, entre otros, mediante diferentes mecanismos que, a través del tiempo, han permitido armonizar los intereses del Estado con las inversiones de particulares.
A través de estos contratos, Corfo cumple con sus fines de fomento productivo y contribuye significativamente al desarrollo económico del país de manera sostenible y resguardando los intereses del territorio.
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