● La primera fase en zona poblada de la mantención de la línea de transmisión 220 kV Atacama-Esmeralda, que abastece a la ciudad de Antofagasta, se realizará entre el 26 de noviembre y el 15 de diciembre -sólo los viernes y domingos- en el sector del campamento Comité Irarrázaval II, donde habitan cerca de 70 personas.
● El gerente Zona Norte Grande de Transelec, Luis Pérez, explica que estos trabajos en sectores complejos incluyen una planificación multisectorial y de seguridad de alto nivel para proteger a las personas que se han instalado a vivir en las cercanías de la infraestructura.
La compañía de transmisión eléctrica Transelec iniciará el próximo domingo 26 la primera fase de trabajo en zona poblada del mantenimiento de la línea 220 kV Atacama-Esmeralda, consistente en el reemplazo de conductores de energía en el tramo cercano al campamento Comité Irarrázaval II. La relevancia de este trabajo es que se trata de la infraestructura clave que abastece a la ciudad de Antofagasta.
El particular desafío de estas obras de mantención es que se realizarán en un sector donde actualmente viven más de mil 600 personas en total. En la zona de la primera etapa que parte este 26 de noviembre viven 73 habitantes. “La línea de transmisión se construyó en un sector despoblado de la comuna de Antofagasta, pero con el pasar de los años se han instalado en su entorno y franja de seguridad un número creciente de viviendas y personas, a pesar de los riesgos que esto implica. Esta situación nos obliga a trabajar por fases y maximizando las medidas de seguridad, para proteger la integridad de las personas, tanto habitantes como trabajadores”, explica Luis Pérez, gerente Zona Norte Grande de Transelec.
Entre las medidas que ha adoptado la compañía se encuentra un trabajo multisectorial con autoridades, el despliegue de un equipo multidisciplinario, realizar las mantenciones solo en jornada diurna y exclusivamente los viernes y domingos hasta el 15 de diciembre, y el traslado de los habitantes hacia una sede comunitaria social durante los seis días de trabajos en la infraestructura, donde se han organizado distintas actividades para adultos y niños. Además, se contrató un servicio de seguridad privada para vigilar las viviendas y sus enseres mientras duren las labores.
Respecto de la continuidad de la energía eléctrica, el ejecutivo de Transelec explica que “se están efectuando todas las medidas necesarias para evitar la desconexión de energía a la población. De todos modos, de ocurrir cortes programados, se informarán oportunamente para que las personas puedan organizarse con anticipación”.
“Los trabajos en la línea de transmisión, que ya partieron en zonas no pobladas de la misma línea, se realizarán principalmente durante el día (cuando se requiera el traslado de habitantes) y se mantendrán -en esta primera etapa- hasta el próximo 15 de diciembre. Se espera que en enero comience una segunda fase, que abordará sectores aún más poblados como el del campamento Balmaceda pero que mantendrá las mismas medidas y organización para una ejecución segura para las familias”, enfatizó Pérez.
Una línea de alta tensión de más de 20 años
La línea 220 kV Atacama-Esmeralda construida en el año 2000 para robustecer el Sistema Eléctrico Nacional (por esos años Sistema Interconectado del Norte Grande, SING), cuenta con una extensión total de 69 kilómetros emplazada desde la zona de Mejillones y que bordea la cordillera de la costa en la zona de Antofagasta.
Por medio de esta línea, se abastece principalmente de energía eléctrica a la ciudad de Antofagasta, razón por la cual es una de la infraestructura de transmisión de energía relevante en la zona.
La importancia que tiene el funcionamiento de la línea para la zona convierte a estas labores de mantención en cruciales para asegurar el abastecimiento continuo y sin interrupciones a la ciudad de Antofagasta.
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