El destacado artista falleció este miércoles 4 de junio. En septiembre de 2019 afirmó la titularidad de este elenco, cargo en el que fue reelegido en 2021. Reconocido por su excelencia artística como una de las principales batutas de Latinoamérica, su amabilidad y cercanía lo hicieron admirado también por su tremenda calidad humana. El último concierto que se dirigió junto a su orquesta y el Coro Sinfónico Universidad de Chile fue en Semana Santa, con la Missa brevis de Mozart. La comunidad U. de Chile ha decretado duelo institucional.
La noche de este miércoles 4 de junio, falleció el destacado director Rodolfo Saglimbeni, icónica batuta de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile. La Universidad de Chile ha decretado dos días de duelo institucional, este jueves 5 y viernes 6 de junio.
“Nos embarga un profundo a pesar ante la partida del Maestro Rodolfo Saglimbeni, quien fue el destacado Director Titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile durante los últimos seis años. Su presencia marcó una etapa de excelencia, compromiso artístico y calidez humana que permanecerá en la memoria de todos quienes tuvimos el privilegio de conocerle. Querido y admirado por todos y todas, dio ejemplo de lo que significa entregarse con pasión y generosidad a una labor trascendente. La Universidad de Chile y el público que fielmente asistiremos a sus conciertos -recibiendo no solo su música, sino también sus enseñanzas- le recordaremos siempre con gratitud y afecto entrañables En lo personal, fue para mí un maestro de vida, no solo por su talento, sino también por su humanidad y por la forma en que supo inspirar desde el respeto”, señaló la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés.
En tanto, la directora del CEAC, Dominique Thomann, expresó que “como compañeras y compañeros de música, como institución y como amigos estamos devastados con esta noticia, que nos impacta profundamente. Abrazamos a sus familiares y amigos de todo el mundo en este momento de dolor. Asimismo, agradecemos profundamente el haber podido compartir y recibir toda la entrega y calidad humana del maestro en sus últimas temporadas con nosotros y dedicaremos toda nuestra actividad inaugural de la Gran Sala Sinfónica Nacional a su memoria”.
Por su parte, el concertino de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, Alberto Dourthé, indicó que “el maestro Saglimbeni es una de las personas que yo conocí más conciliadoras y más buenas dentro de nuestro ambiente musical, siempre cariñoso, preocupado, nunca dejó nada de lado y siempre trató de que todo fuera para mejor. En sus actividades musicales dio todo lo que pudo, la mayor honestidad y posible también entregada con mucho cariño y respeto su trabajo a la música”.
Trayectoria
En 1999, Rodolfo Saglimbeni ganó el Premio Director de las Américas, presentándose como invitado de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile . Desde entonces, el maestro inició una relación cercana con este elenco, siendo nuevamente convocado en numerosas ocasiones durante los años dos mil, para ser nombrado en 2019 como director titular del elenco.
Con estudios en Venezuela y Londres, fue primer finalista en el Concurso Internacional de Directores de Orquesta de Besançon (Francia, 1985). Galardonado en 1989 como Mejor Director del Año, en 1999 obtiene también el Premio Nacional del Artista (Venezuela) y fue nombrado director musical de la Fundación Teatro Teresa Carreño de Caracas. Invitado regular de orquestas en Europa, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, en 2003 se convirtió en Director Artístico de la Sinfónica Municipal de Caracas y en 2015 de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza.
Fue galardonado con la Orden “Waraira Repano” y la Orden “José Félix Ribas”, además del título ARAM por la Real Academia de Música de Londres. En 2014 fue nombrado “Caballero de la Orden de la Estrella de Italia –Cavaliere – Ordine della Stella d´Italia”, reconocimiento del estado italiano por los logros en las ciencias, letras y artes.
En octubre de 2021 fue ratificado como director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile por un nuevo período de tres años, el que finalmente se expandió hasta la temporada 2025.
Entre los principales hitos que marcaron su etapa encabezando este elenco estuvo la serie de conciertos desarrollados en el marco de “Santiago Sinfónico” , que llevó a esta orquesta a presentarse en diversas comunas de la capital junto al Coro Sinfónico Universidad de Chile, interpretando la afamada obra Carmina Burana de Carl Orff. Asimismo, fue pieza fundamental en la concreción del concierto donde dirigió la Novena Sinfonía de Beethoven en el Estadio Nacional, en diciembre de 2024.
Sus años como director titular no estuvieron exentos de dificultades. Solo un mes después de haber asumido este cargo llegó el estallido social y más tarde la pandemia. Durante este período el maestro fue parte de diferentes iniciativas que mantuvieron a la orquesta en contacto permanente con el público. Tras el estallido, el elenco ofreció diversos conciertos al aire libre, uno de ellos en el Parque Bustamante bajo su batuta. Asimismo, durante la pandemia encabezó varios programas a través de CEAC TV, como el especial relato musicalizado con el que se recordaron los 250 años de Beethoven.
En febrero de 2025 el maestro Rodolfo Saglimbeni fue diagnosticado con una enfermedad agresiva, la que le impidió participar en las actividades programadas para la temporada de otoño debido al tratamiento médico al que debía someterse. Este proceso lo vivió acompañado y cuidado en todo momento por su familia. No obstante, a pesar de los esfuerzos médicos su estado se agravó, falleciendo la noche de este 4 de junio a las 22:30 horas en la ciudad de Caracas.
Quienes deseen despedirlo podrán acercarse al Teatro Universidad de Chile este jueves 5 de junio entre las 11:15 y las 18:00 horas, mientras que a las 11:30 horas se realizará una breve ceremonia.
Una despedida de la comunidad U. de Chile
Integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y el Coro Sinfónico U. de Chile, junto a autoridades del plantel, amigas y amigos del Centro de Extensión Artística y Cultural (CEAC) se reunieron en el Teatro Universidad de Chile para despedir al maestro.
Con una interpretación musical, dirigida en un primer momento por Juan Pablo Aguayo y luego la orquesta sola con la partitura abierta y una flor, se inició el encuentro en memoria de su batuta.
Las primeras palabras las ofrecieron la directora del CEAC, Dominique Thomann . “Queremos expresar en este acto el profundo dolor que nos causa su partida. La partida de nuestro Director, colega y amigo nos golpea y constituye una pérdida que lamentamos profundamente, para nosotros, pero también para todo el medio musical chileno. Su humanidad, gran respeto por la música, la sencillez, fueron sus características más fuertes”.
“Querido maestro, usted en su sencillez no se dio cuenta de todo lo que nos entregó. Por medio de su ejemplo, todos nos inspiramos y seguiremos haciendo, nos encargaremos de recordarlo diariamente en esta temporada , su última temporada y contradictoriamente, la temporada inaugural de la Gran Sala Sinfónica de Vicuña Mackenna 20 que usted con tanto cariño planificó. Prometemos honrarlo en cada nota que suene en dicho espacio y en cada café conversado sobre música que sostengamos”, expresó la directora del CEAC.
“¿Por qué es cuando nos acercábamos a días de felicidad colectiva, en los cuales el maestro Saglimbeni iba a ser la figura principal, que debemos recibir el dolor profundo de su ausencia?”, se preguntó la Rectora Devés , al iniciar sus palabras en homenaje al maestro, a quien le agradeció “su completa entrega a la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile durante sus últimos seis años”.
También destacó su papel en la serie de conciertos ciudadanos que la Orquesta ofreció en distintos puntos de la región, “que se iniciaron aquí en Plaza Italia, para recorrer varias comunas y llegar finalmente al Estadio Nacional. Tan contento estaba de haber sido pieza fundamental de ese desafío, no solo en la dirección de la Orquesta, sino que también en cada obstáculo que debimos sortear para ir al encuentro con la ciudadanía, a contarles de este milagro que es la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile”, recordó.
“Honraremos su memoria permaneciendo unidos, esperanzados en el futuro. Sabremos alegrarnos en este dolor profundo, como él lo habría querido, trabajando con rigor, pero siempre con humanidad. Lo que hacemos desde la Universidad de Chile, desde el CEAC y desde nuestra Orquesta, tiene su razón de ser en los otros y otras. La música no es nuestra. La Universidad de Chile no es nuestra. Tiene su fin último en los demás . Vivamos este tiempo como una puerta que nos hará transitar hacia un espacio más. humanizado, que nos haga más conscientes de nuestro rol. A la Universidad de Chile, a cada uno de sus miembros, al público que siempre nos acompaña, les invitamos a sumar al dolor esperanza, tal como él nos enseñó”, cerró.
Alberto Dourthé, concertino de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile , manifestó su agradecimiento por “el cariño que de alguna forma estamos entregando a su familia. Solo recuerdo al maestro y de muchos años en momentos de una humildad increíble, en el sentido de cómo enfrentaba la música y la vida”.
“Hagamos la mejor música posible. Los homenajes son desde adentro. Agradezco de todo corazón que estemos juntos con la familia del maestro, y él que nos está mirando. Él entregó tanto por nosotros que no se dio ni cuenta, y eso es lo hermoso”, finalizó Dourthé.
En nombre del círculo de críticos del arte, Mario Córdova dirigió unas palabras en recuerdo y homenaje al maestro. “En estas largas décadas de oficios, con más de mil reseñas, hay muchos que han cubierto los programas que presentaron el maestro junto a la orquesta. Esta mañana las revisé y me cercioré de que en ellas quedó muy bien destacado el enorme talento que este artista marcó con fuerza y calidad el quehacer orquestal de nuestros”, dijo.
“Las jornadas que él comandó serán imborrables, quedando selladas con esa apoteósica Novena Sinfonía de Beethoven en el Estadio Nacional”, agregó.
Juan Pablo Villarroel, director del Coro Sinfónico y de la Camerata Vocal, dio unas palabras en representación de ambos elencos. “Quiero expresarte la gran tristeza que tu partida tan temprana ha provocado en nosotros, pero así también la alegría de haber trabajado bajo tu dirección. Tu sencillez, tu cercanía y tu trato amable y cariñoso, más allá de tu talento musical y enorme sapiencia al dirigir estarán con nosotros para siempre. Fue un regalo tenerte entre nosotros”, dijo.
Pablo Aranda, director de la Foji y académico de la U. de Chile señaló que “cuando la palabra maestro toma cuerpo en una persona es una cosa muy singular y en ese sentido creo que Rodolfo encarnaba esa palabra. Esa palabra cobraba pleno sentido en él. Por eso que decirle maestro no era algo coloquial, sino que lo hacíamos con un sentido de admiración”. También se refirió a su experiencia dirigiendo a los jóvenes de la FOJI. “Yo sentí que su capacidad, su maestría como músico era algo que él tenía al servicio de la música”, cerró.
“Fui testigo de lo que el maestro logró con esta orquesta. Un hombre increíble, su cultura, como él amaba la música y sus músicos, a cada uno de ustedes. Fui testigo de lo que él hacía con la música”, dijo Karina Glasinovic, a nombre de la Corporación Semanas Musicales de Frutillar.
El ex director del CEAC, Diego Matte, participó de este encuentro y ofreció unas palabras. “Soy muy agradecido del maestro porque gracias a él pude sobrevivir estos años que no fueron fáciles, para nada. Él tenía esa capacidad de poder establecer ese diálogo y comunicación, ese liderazgo con la orquesta. Estamos hablando del momento del estallido social, el Covid. Fueron meses de desajustes pero en esas circunstancias se dio la magia, el arte y la belleza”, indicó.
El homenaje concluyó con el ascenso del elenco del Coro Sinfónico que bajo la dirección del maestro Juan Pablo Villarroel interpretó “Lacrimosa” de la Misa de Réquiem en re menor, K. 626, de Wolfgang Amadeus Mozart.
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