Septiembre y la deuda pendiente con los cánceres ginecológicos

imagePor Sara Parada Ibáñez, directora Obstetricia UNAB sede Santiago

Cada septiembre, Chile se suma a la campaña internacional de concientización sobre los cánceres ginecológicos. Más allá de las gráficas y los eslóganes, este mes abre la posibilidad de hablar sobre la forma en que enfrentamos patologías que afectan de manera directa la vida de miles de mujeres en el país.

Cáncer cervicouterino, de ovario, endometrio, vagina y vulva no son diagnósticos abstractos. Están en las estadísticas y también en los relatos cotidianos de familias que conviven con ellos. No obstante, gran parte de los casos podrían evitarse o detectarse a tiempo si existieran programas de prevención sólidos, si se accediera con facilidad a los exámenes de pesquisa y si la atención de salud no estuviera marcada por barreras geográficas, económicas o culturales.

Hoy contamos con herramientas que no existían hace una década. El test molecular de VPH y, más recientemente, el pilotaje de la autotoma vaginal para VPH, permiten abrir la puerta a un diagnóstico temprano y a una mayor autonomía. Que una persona pueda realizarse este examen de forma segura y confidencial no solo reduce la desigualdad, también disminuye la distancia entre la ciencia y la vida real de quienes muchas veces no llegan al consultorio por temor, pudor o falta de tiempo.

La prevención, sin embargo, no depende solo de la tecnología. También exige hablar de los hábitos cotidianos que inciden en el riesgo de enfermar. La Medicina del Estilo de Vida propone seis ejes que pueden parecer obvios, pero que no suelen cumplirse: alimentación equilibrada, actividad física regular, reducción de tabaco y alcohol, manejo del estrés, sueño reparador y vínculos sociales saludables. Lejos de ser una lista de buenas intenciones, se trata de factores respaldados por la evidencia que marcan diferencias en nuestra salud.

En paralelo, este septiembre trajo una señal potente desde el MINSAL: la incorporación en la red pública de la primera inmunoterapia para el Cáncer de Mama Triple Negativo, bajo modalidad de copago cero. Este subtipo de cáncer es uno de los más agresivos y hasta ahora estaba asociado a un pronóstico desalentador.

Chile es un país que envejece y que convive con estilos de vida cada vez más asociados a enfermedades crónicas. El cáncer, en ese escenario, no puede ser abordado como una excepción. Requiere prevención sostenida, diagnósticos tempranos y tratamientos efectivos. Lo contrario es condenar a muchas mujeres a enfrentar una enfermedad que pudo haberse evitado o tratado con mejores resultados.

Este mes debería servir, entonces, no solo para recordar cifras, sino para insistir en que la salud pública tiene una deuda con la equidad y la oportunidad. La autotoma vaginal, los programas de vacunación, la promoción de estilos de vida más saludables y el acceso a terapias innovadoras marcan un camino que es posible seguir si existe decisión política. Aquí está en juego la posibilidad de que cada mujer, sin importar su origen o condición económica, reciba atención digna, oportuna y de calidad.

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