Creado el 2018, el primer vino sin alcohol en Chile hoy produce 180.000 L al año, factura un millón de dólares, exporta a 14 países y su Cabernet Sauvignon tiene una medalla de oro. Sin embargo, para llegar a esto hubo que recorrer un largo camino, cuyo resultado, vinos Sinzero, es una alternativa que está presente en todo Chile gracias al programa de apoyo a pymes y productores locales, 100% Nuestro de Unimarc.
Andrés Duval, técnico agrícola de profesión, dejó de tomar alcohol el 2017 y, en un viaje a Europa junto con su señora y hoy, además, socia, Cecilia Prat, vio en la carta de un restaurant un vino sin alcohol: “Yo no había probado nunca y la verdad es que lo encontré malísimo. Ahí se nos prendió la ampolleta y como ahora me interesaba ese mundo, encontré raro que Chile, país vitivinícola por excelencia, no tuviera ninguna alternativa sin alcohol”, señala.
De vuelta en territorio nacional, Andrés y Cecilia decidieron crear vinos “Sinzero”. Así, postularon a un financiamiento a través de CORFO y comenzaron a investigar cómo se hacía el vino sin alcohol y por qué no lograba ser una alternativa atractiva. Con sus primeras pruebas no se atrevieron a salir al mercado, y tras mucho ensayo y error lograron dar con el Cabernet Sauvignon que hoy tiene premios internacionales.
“Me empecé a dar cuenta que en esa época el mundo sin alcohol era sinónimo de mala calidad y si estaba cometiendo la locura de meterme ahí, tenía que hacer la diferencia y esta diferencia era ponerle pantalones largos al mundo sin alcohol (…). Hicimos la pega”, recuerda Duval.
¿Cómo se hace? Compran vino terminado y le aplican calor con una maquina a presión. “Tú no llegas al punto de ebullición para mantenerle todas las propiedades antioxidantes y las que son buscadas en un vino porque si tú lo ebulles, eso se pierde. Después viene lo que nosotros llamamos una corrección enológica (con una enóloga) porque cuando tú le sacas el alcohol al vino, este queda aporreado y necesita su cariñito para armarlo de nuevo. Es toda una ciencia”, explica el emprendedor.
La norma chilena indica que los vinos desalcoholizados deben tener desde 0,5 grados de alcohol hacia abajo. Sinzero cumple con ese 0,5%. Para hacerse una idea, en términos de equivalencia, una copa de vino tradicional equivale a 25 copas de vino Sinzero.
La evolución de la categoría
Vinos Sinzero hoy factura un millón de dólares al año, pero cuando Andrés y Cecilia comenzaron en el negocio, esta categoría era muy pequeña, que recién comenzaba a desarrollarse, y recuerda que “había un espumante y cervezas. Nada más. Hoy crece a dos dígitos porque las tendencias han ido cambiando y la Generación Z prefiere comer y tomar productos más saludables.
Cuando entré, la gente me preguntaba si estaba loco por hacerle la pelea al alcohol. Yo no le quiero hacer la pelea. El vino sin alcohol es un complemento al vino tradicional, yo traigo de vuelta al mundo del vino a toda la gente que por distintos motivos no puede tomar alcohol. A la mujer embarazada o dando lactancia, al que maneja, al que tiene que volver a la oficina o al deportista que tiene campeonato, pero quiere tomarse un vino. Es una gran alternativa”, destaca el técnico agrícola.
Hoy, vinos Sinzero es una alternativa que está presente en todo Chile gracias al programa de apoyo a pymes y emprendedores locales, 100% Nuestro de Unimarc. Marcela Salas, gerenta de sostenibilidad de SMU, detalla que “son 189 las salas donde se pueden encontrar estos vinos y que este tipo de alternativas, diferenciadoras son a las que el 100% Nuestro busca darles espacio en las góndolas y así tener mayor diversidad de productos para nuestros clientes, rescatando los sabores locales, y apoyar a los emprendedores”.
Vinos Sinzero entró al programa el 2019 y su fundador señala que han sido un apoyo constante, debido a que “siempre hay una cara visible. Yo sé que a veces en el retail es más difícil contactar a tu contraparte comercial, pero acá se hace más cercano y rápido ese contacto (…). Un programa como 100% Nuestro es una ayuda super valiosa, porque te encausan por dónde ir, te ayudan en términos logísticos, comerciales y te ayudan en góndolas y exhibición”.
El reconocimiento y la exportación
El año 2022, el vino Cabernet Sauvignon de Sinzero ganó la medalla de oro al obtener 96 puntos en la categoría “Alternative drinks Low & No alcohol” del prestigioso concurso International Wine & Spirit Competition (IWSC). Gracias a este tipo de reconocimientos, hoy exportan la mayor parte de su producción al extranjero.
En 2024 produjeron 180.000 litros, equivalentes a 30 mil cajas de vino y, de estas, 17.000 se fueron a otros países. Están presentes en Asia, América del Norte, Europa y América del Sur. “Afuera nosotros hemos ido creciendo más rápido de Chile porque acá hay una cultura etílica super potente”, explica Duval.
Para este año quieren seguir innovando: planean sacar nuevos formatos de 375cc, potenciar el espumante en lata, que es otro de sus productos, y ver si desalcoholizan otra cepa blanca. Actualmente, en vinos, tienen el mencionado Cabernet Sauvignon, el Chardonnay y el Rosé, y dos espumantes: Brut y Rosé. “También sacamos una producción 0.0%, la estamos a dando a conocer para ver cómo nos va y con eso entrar al mundo árabe, que te exige absolutamente nada de alcohol”, agrega.
Desde Sinzero esperan que la categoría sin alcohol siga creciendo y lleguen nuevos competidores al mercado. “Si llegan actores más grandes, con más espaldas financieras, va a ser súper bueno para que inviertan más y se dé más a conocer la categoría; yo no le tengo susto a esto, al revés, la torta repartida será más grande”, concluye.
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