El impacto de las “Deepfakes” en la salud mental

Doctora Claudia Barrera CEO del Grupo Cetep (1) (1) (1)Doctora Claudia Barrera, CEO de Grupo Cetep.

Desde escolares hasta superestrellas como Taylor Swift o Rosalía están siendo víctimas de pornografía falsa generada con deepfake, una tecnología que opera con Inteligencia Artificial (IA) con la que se producen videos, imágenes o audios que permiten la manipulación y desarrollo de contenido multimedia falso, pero muy realista.

La pornografía que se genera con el deepfake es increíblemente dañina para la salud mental de los niños y jóvenes, y las mujeres son quienes se han convertido en las principales víctimas. Así lo demuestra una investigación realizada por Sensity AI (software que detecta manipulación o alteraciones en IA), que cita un artículo de la revista del Instituto Tecnológico de Massachusetts que revela que el 95% de los vídeos deepfake en línea, son pornografía sin consentimiento; y en el 90% de los casos las protagonistas son mujeres.

Ser víctima de estos ataques, como sucedió con las alumnas de un reconocido colegio de la capital, donde algunos alumnos varones crearon y viralizaron imágenes de sus compañeras desnudas, tiene el potencial de infligir cuadros de ansiedad reactivos a las víctimas que pueden llegar a ser graves.

Pero la pornografía no solamente afecta a las víctimas, sino que también a los usuarios: los últimos metaanálisis han demostrado una intensa liberación de Dopamina en el cerebro, similar a lo que se produce con el uso de drogas adictivas, y en algunos estudios incluso se ha informado una disminución en el volumen del área estriatal del cerebro, que estaría asociada a los efectos neurotóxicos; además de los numerosos estudios que demuestran que la pornografía afecta negativamente en el comportamiento sexual de los adolescentes.

Desgraciadamente este fenómeno es un problema a nivel global, y durante los últimos días nos hemos enterado de situaciones similares en colegios de Australia y EEUU. La gran diferencia es que en esos países la legislación está mucho más avanzada: el gobierno australiano ha presentado una ley que criminaliza la distribución de pornografía deepfake, con penas de hasta seis años de prisión por compartir material sin permiso, y hasta siete años si el infractor creó el contenido.

Por todo lo anterior, resulta crucial proporcionar educación a nuestros niños y adolescentes sobre la seguridad en internet y concientizar sobre las consecuencias asociadas al mal uso de la tecnología y uso de pornografía.

Las plataformas digitales y los legisladores deben además tomar medidas para proteger a las víctimas, desarrollando tecnologías para detectar y eliminar rápidamente el contenido realizado con deepfakes, e implementando leyes contra la creación y distribución de éstos.

¡Y recuerden #ConversarDeSaludMental puede salvar vidas!

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