¿Por qué se debe poner especial cuidado a los dientes durante el embarazo?

Los cambios hormonales y fisiológicos del embarazo pueden aumentar el riesgo de gingivitis y caries. Según especialista, mantener una buena salud bucal es fundamental tanto para el bienestar de la madre como del futuro hijo.

El embarazo implica una serie de adaptaciones fisiológicas destinadas a favorecer el desarrollo del feto. Estas transformaciones, mediadas principalmente por cambios hormonales, afectan a distintos sistemas del organismo, incluida la boca.

Según explica la Dra. Carolina Winter, docente de la Facultad de Odontología de la Universidad Andrés Bello, la boca responde de manera particularmente sensible a este nuevo equilibrio corporal.

Uno de los cambios más relevantes es el aumento del flujo sanguíneo hacia las encías, producto de la elevación de hormonas como el estrógeno y la progesterona. “Esta mayor irrigación, sumada a una respuesta inflamatoria modificada, hace que los tejidos gingivales reaccionen con mayor facilidad frente a la placa bacteriana”, explica la odontóloga, “el resultado puede ser encías más enrojecidas, inflamadas y con sangrado, incluso ante rutinas de cepillado habituales”.

A este escenario se suman alteraciones en la cantidad y composición de la saliva, lo que puede reducir su función protectora natural. Asimismo, indica que las náuseas y vómitos frecuentes, especialmente durante el primer trimestre, también influyen: “al disminuir el pH de la boca y aumentar su acidez, se genera un entorno más propicio para la aparición de caries” advierte. Además, los cambios en la alimentación y una mayor frecuencia de ingestas contribuyen a este riesgo si no se refuerzan las medidas de higiene oral.

Respuestas inflamatorias

Las alteraciones hormonales propias de la gestación no solo incrementan la sensibilidad de las encías, sino que pueden potenciar respuestas inflamatorias exageradas. Un ejemplo que menciona Winter es el granuloma gravídico, una lesión benigna y localizada que puede aparecer en las encías durante el embarazo, asociada tanto a factores hormonales como a la presencia de placa bacteriana.

Frente a este contexto, la especialista enfatiza la importancia de mantener una higiene oral estricta. El cepillado debe realizarse al menos dos veces al día con pasta fluorada y complementarse con el uso diario de hilo dental, una medida clave para controlar la placa bacteriana y reducir el riesgo de gingivitis y caries”, subraya.

Cobertura GES para gestantes

A ello se suma la necesidad de acudir a controles odontológicos durante el embarazo. El segundo trimestre es el período más recomendado para evaluaciones y tratamientos, ya que permite prevenir y abordar oportunamente posibles patologías.

En Chile, existe un programa de salud oral integral para la persona gestante que garantiza atención odontológica durante el embarazo. Sin embargo, se trata de un derecho que aún es poco conocido, según la especialista. La educación en salud oral, una alimentación equilibrada y la reducción de la ingesta frecuente de azúcares forman parte de este cuidado preventivo. La atención dental en esta etapa es segura y constituye un componente esencial del cuidado integral de la madre.

Señales de alerta

Existen, además, señales de alerta que no deben ser normalizadas durante la gestación. “El sangrado gingival frecuente o espontáneo, el dolor dental, la sensibilidad intensa, la movilidad de los dientes, la presencia de infecciones, supuración o un mal olor persistente en la boca requieren evaluación profesional” manifiesta la odontóloga.

Lo mismo ocurre con lesiones en las encías que crecen rápidamente o sangran con facilidad. Winter advierte que postergar la consulta puede agravar problemas que son tratables de forma segura durante el embarazo.

El período posterior al parto tampoco está exento de riesgos. La especialista cuenta que durante el puerperio “pueden mantenerse o incluso intensificarse problemas bucales, especialmente si existieron caries no tratadas o inflamación gingival durante la gestación. Los cambios hormonales del postparto, junto con el cansancio y la disminución del tiempo destinado al autocuidado, pueden favorecer la progresión de enfermedades bucales si no se retoman los controles odontológicos”.

Para la Dra. Carolina Winter, el cuidado de la salud bucal durante el embarazo y el puerperio trasciende a la madre. “Una salud oral deficiente en la mujer se asocia a un mayor riesgo de caries tempranas en los niños. Por ello, la gestación representa una oportunidad clave para promover hábitos de autocuidado y educación en salud oral, con un impacto positivo que se extiende a toda la familia desde los primeros años de vida”, concluye.