Las cardiopatías congénitas son la anomalía de nacimiento más frecuente y representan un desafío significativo para la salud pública. Se trata de un grupo de enfermedades que afectan la formación del corazón durante el desarrollo embrionario, con una incidencia de aproximadamente 1 de cada 100 nacidos vivos. En Chile, esto se traduce en cerca de 1.700 casos nuevos cada año, de los cuales alrededor de 700 requieren cirugía en el primer año de vida. La detección temprana y el tratamiento oportuno son clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir complicaciones a largo plazo.
“Las cardiopatías congénitas representan un desafío significativo, no solo por su frecuencia, sino también por la necesidad de un diagnóstico y tratamiento oportunos para mejorar la calidad de vida de los pacientes”, explica el Dr. Carlos Fernández, presidente de la Fundación de la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular,
Esta enfermedad puede afectar el desarrollo normal del recién nacido, provocando cuadros clínicos que pueden poner en riesgo su vida. Si no se detectan a tiempo, pueden generar complicaciones graves que comprometen no solo el corazón, sino también otros órganos. La mayoría de estas anomalías pueden sospecharse durante el embarazo mediante controles ecográficos obstétricos. Ante ciertos signos de alerta, las embarazadas pueden ser derivadas a equipos especializados que definirán los cuidados específicos que requieren.
Sin embargo, aun en los países más desarrollados, algunas cardiopatías congénitas no son detectadas antes del nacimiento. Por ello, es fundamental mantener una alta sospecha clínica en el período neonatal frente a síntomas como dificultad respiratoria, cansancio durante la lactancia, sudoración profusa, coloración azulada de la piel y mucosas (cianosis), o hallazgos anormales en los controles de salud, como la presencia de un soplo cardíaco, alteraciones en los pulsos arteriales periféricos y disminución de la saturación de oxígeno en la sangre.
El diagnóstico temprano y la intervención oportuna son clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes con cardiopatías congénitas. Una vez detectada la enfermedad, es fundamental la evaluación por un cardiólogo pediátrico, quien determinará los pasos a seguir, desde estudios diagnósticos hasta opciones de tratamiento, que pueden incluir manejo con medicamentos, cateterismo cardíaco o cirugía.
“Si bien el diagnóstico de una cardiopatía congénita puede resultar abrumador para una familia, hoy en día contamos con alternativas terapéuticas que permiten a la gran mayoría de los niños llevar una vida plena. Más del 90% de ellos alcanzan la adultez y logran integrarse de manera normal a la sociedad, estudiando, trabajando y formando sus propias familias”, advierte el Dr. Fernández.
Es fundamental sensibilizar a la población y fomentar la consulta oportuna con especialistas en cardiopatías congénitas. La detección precoz y el acceso a tratamientos adecuados pueden marcar una diferencia significativa en la vida de los pacientes y sus familias.
El evento gratuito, que se realizará este domingo en la Cancha 2 del Parque Estadio…
Según las tendencias de viaje del año pasado, DiDi proyecta un aumento en la demanda…
· La iniciativa de Balmaceda Arte Joven vuelve para visibilizar el arte fotográfico regional, destacando…
En edificios y condominios pueden aplicar el reglamento vigente para que residentes estables y población…
Un Campeonato Nacional de Basquetbol para árbitros de distintas comunas del país, tiene lugar este…
La actividad física y el deporte tienen un impacto profundo en nuestra vida diaria, beneficiando…