Se trata de una inversión de US$5 millones que se ejecutará en dos fases, y que incluye la habilitación de una línea de congelados con túneles estáticos y empaque manual.
Tras una visita en terreno del directorio de Orizon, empresa de la unidad de negocio Seafood de Nutrisco, tomó la decisión de modernizar su planta de Coquimbo para que pueda volver a procesar pescado congelado para consumo humano. En estas instalaciones fue donde nació hace 70 años la tradicional marca de jurel San José.
El proyecto considera una inversión total aproximada de US$5 millones, distribuidos en dos etapas. En una primera fase, la unidad de negocio Seafood de Nutrisco habilitará un área de selección de materia prima para separar el pescado apto para consumo humano del destinado a harina y aceite, derivando el proceso de congelación a un tercero mediante un esquema de maquila.
En una segunda fase, se avanzará en una planta de congelados con túneles estáticos y empaque manual, lo que permitiría congelar cerca de ocho mil toneladas anuales de jurel, destinadas al mercado nacional como a la exportación.
Desde la perspectiva social y económica, la iniciativa permitirá ampliar las oportunidades de empleo formal para la comunidad. En fase de plena operación, se generarán 245 plazas laborales para la zona, además de nuevas oportunidades para servicios contratistas y proveedores locales. Asimismo, la inversión impulsará el desarrollo regional al producir pesca para consumo humano, que tiene mayor valor agregado que la harina y aceite de pescado.
Al respecto, el gerente de la unidad de negocio Seafood de Nutrisco, Fernando Ayala, comentó que “esta planta tiene un valor muy significativo para Orizon y para la región, porque el Jurel San José nació precisamente aquí, en Coquimbo. Volver a producir consumo humano en esta zona es, de alguna manera, volver a nuestras raíces, fortaleciendo el trabajo de los pescadores artesanales y agregar valor donde todo comenzó.”
Además, durante la visita del directorio de Orizon a la zona, los ejecutivos conocieron de cerca el alto nivel de profesionalización de la flota artesanal regional que abastece de recursos a la planta de Coquimbo. En este sentido, junto a la inversión en la planta, se está estudiando apoyar a estas embarcaciones con sistemas de refrigeración y recirculación de agua de mar refrigerada, para que puedan seguir creciendo en sus negocios al tener el equipamiento para transportar pescado fresco para consumo humano.
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