
Supermercados, tiendas online y empresas de logística apuestan cada vez más por vehículos eléctricos en sus flotas urbanas. Su bajo costo operativo, menor mantenimiento y nulas emisiones los posicionan como el futuro del delivery en ciudades cada vez más saturadas.
La distribución de productos a domicilio, especialmente el transporte de última milla, se ha transformado en uno de los eslabones más críticos de la logística urbana.
Desde el auge del comercio electrónico durante la pandemia, la demanda por entregas rápidas, frecuentes y eficientes ha crecido exponencialmente, y con ello, la necesidad de vehículos de reparto más inteligentes, sustentables y rentables.
En este contexto, los furgones eléctricos se perfilan como la mejor solución para un sistema que requiere movilidad constante, capacidad de carga y eficiencia operativa, todo sin comprometer el medio ambiente ni la economía de las empresas.
¿Por qué apostar por furgones eléctricos para el delivery urbano?
Mientras las ciudades buscan formas de reducir su huella de carbono y descongestionar las calles, los vehículos particulares han pasado al centro del debate. La mayoría pasa más tiempo estacionado que circulando, ocupando espacio público y contribuyendo a la generación de calor urbano.
Sin embargo, los vehículos de reparto son una excepción: están en movimiento la mayor parte del día, cumpliendo un rol vital en la cadena logística.
En este escenario, los furgones eléctricos son una herramienta clave, ya que ofrecen:
- Cero emisiones locales: no contaminan ni contribuyen al smog urbano.
- Bajo nivel de ruido: ideales para zonas residenciales o repartos nocturnos.
- Autonomías adaptadas al recorrido urbano: pensados para desplazamientos cortos con múltiples paradas.
- Costos operativos mucho más bajos: al no usar combustible fósil y tener menor desgaste mecánico.
Menores costos, mayor eficiencia
Aunque el precio inicial de un furgón eléctrico puede ser más alto que el de uno a combustión, su retorno de inversión se acelera rápidamente gracias a varios factores:
- Reducción de hasta un 70% en costos de energía comparado con la gasolina o el diésel.
- Ahorros en mantenimiento, ya que los vehículos eléctricos no requieren cambios de aceite, tienen menos piezas móviles y sufren menos desgaste general.
- Menores tiempos fuera de servicio, lo que significa más horas disponibles para entregar productos y generar ingresos.
En palabras simples: más tiempo en la calle, menos tiempo en el taller, y eso se traduce directamente en eficiencia y rentabilidad para las empresas logísticas.
En muchos centros urbanos del mundo, se han implementado políticas para restringir el acceso de vehículos contaminantes, ya sea mediante cobros por circular en zonas densamente pobladas, limitaciones horarias o incentivos para vehículos eléctricos.
En este contexto, las empresas que adoptan furgones eléctricos ganan flexibilidad operativa y ventajas competitivas, pudiendo acceder a zonas restringidas sin inconvenientes ni costos adicionales.
Central GPS: Ideal para la nueva logística urbana
Para maximizar los beneficios de una flota de furgones eléctricos, es fundamental contar con una plataforma de gestión avanzada como la que ofrece Central GPS.
Este sistema permite monitorear en tiempo real cada vehículo, optimizar rutas, controlar el consumo energético, programar mantenimientos preventivos y supervisar el comportamiento de los conductores.
Además, la posibilidad de combinar estos vehículos con tecnología de geolocalización, seguimiento en tiempo real y optimización de rutas, permite que la eficiencia aumente aún más. Y mientras avanza la tecnología hacia modelos de entrega autónoma, el furgón eléctrico ya es una solución tangible y efectiva.
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