
Popular en Europa, esta tendencia capta a viajeros que optan por enlazar destinos cercanos en un solo viaje para ahorrar dinero, reducir su huella de carbono y sumergirse en experiencias culturales más auténticas.
A medida que las prioridades de los turistas evolucionan hacia opciones más sostenibles, una nueva tendencia de planificación inteligente está ganando terreno: el tripchaining.
Esta práctica, que consiste en visitar múltiples destinos dentro de una misma región durante un solo viaje, está revolucionando la forma de explorar el mundo, ofreciendo no solo beneficios ecológicos, sino también económicos y culturales.
Pero antes de embarcarse en un itinerario extenso como el tripchaining, es fundamental contar con una buena planificación. Al visitar varios países o regiones, aumentan las posibilidades de imprevistos, desde cancelaciones hasta problemas médicos,visados, conexiones de transporte local o requisitos sanitarios,por lo que un seguro integral ofrece tranquilidad y respaldo en cada escala del viaje.
Expertos coinciden en que abaratar costos no significa transar en un seguro de viaje que cubra todas las etapas del trayecto, que incluso en algunos destinos puede ser obligatorio.
Más valor por cada vuelo: así funciona el ‘tripchaining’
El concepto de tripchaining nació originalmente como una estrategia para optimizar los desplazamientos diarios, agrupando varias actividades en una sola salida.
Hoy, ese mismo principio se aplica a los viajes internacionales, permitiendo a los turistas reducir el número de vuelos largos al encadenar varios destinos cercanos en un mismo itinerario.
Tanto agencias como operadores turísticos ya están viendo un cambio considerable en la forma en que sus clientes planifican sus viajes. Los operadores destacan que “los viajeros buscan eficiencia”, y que este enfoque permite “minimizar el tiempo de viaje perdido y maximizar el tiempo disfrutado en destino”, además de brindar un mejor retorno para el gasto en vuelos internacionales.
Turismo consciente y economía local
Además de la eficiencia y el ahorro, el tripchaining promueve un tipo de turismo más consciente. Al pasar más tiempo en cada destino, los viajeros tienden a involucrarse más con la comunidad local, beneficiando directamente a pequeñas empresas, restaurantes, guías y artesanos.
El modelo también alienta una forma de viaje más pausada, donde la calidad de la experiencia prevalece sobre la cantidad de destinos marcados en una lista.
Destinos: Japón y Corea del Sur como ejemplo ideal
Una de las combinaciones más atractivas para los adeptos al tripchaining es la de Japón y Corea del Sur. Estos países, ubicados a solo unas horas de vuelo o ferry entre sí, ofrecen una mezcla fascinante de tecnología, tradición y gastronomía, ideal para una experiencia rica y diversa sin aumentar la huella de carbono.
El recorrido puede comenzar en Japón, con visitas a las ciudades samuráis de Kanazawa o Hagi, paseos por jardines zen como el Kenroku-en o el Ryoan-ji de Kioto, o incluso una jornada de cultura pop en Akihabara, el icónico distrito de anime en Tokio. En temporada primaveral, los cerezos en flor en la región de los Cinco Lagos del Fuji ofrecen uno de los paisajes más emblemáticos del país.
Desde allí, un corto trayecto puede llevar a Corea del Sur, donde espera la riqueza histórica de los palacios Changdeokgung y Gyeongbokgung en Seúl, además del encanto tradicional del Bukchon Hanok Village o la explosión artística del Gamcheon Culture Village en Busan.
Al evitar un vuelo de regreso intermedio, los viajeros pueden redistribuir su presupuesto en experiencias locales, desde alojamientos boutique hasta platos callejeros inolvidables.
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