Según estudios, los perros mestizos chilenos no solo presentan una inteligencia superior a la de muchos canes de raza, sino que también gozan de mejor salud, lo que los convierte en una excelente opción como nuevo integrante de la familia.
En Chile, el mestizo es rey. El término kiltro proviene del mapudungun “kiltrö”, que significa perro sin raza, y en el Registro Nacional de Mascotas y Animales de Compañía, casi la mitad de los canes inscritos corresponden a estos perritos. Su diversidad genética no solo les confiere una apariencia única, sino también una salud y vitalidad envidiables.
Según el libro “Guía del Perro Mestizo Chileno”, donde incluyen testimonios de expertos caninos, los perros mestizos chilenos presentan menor incidencia de enfermedades hereditarias y demuestran una inteligencia superior a la de muchos ejemplares de raza pura; son más ágiles para aprender y adaptarse a distintos entornos . Adoptar un kiltro no sólo ayuda a combatir la sobrepoblación callejera, sino que suma a la familia un compañero lleno de energía y carácter propio.
Adoptar un perro sin raza significa abrir las puertas a un amigo leal y respetuoso, que aprende con entusiasmo cualquier rutina o juego. Pero más allá del afecto, su bienestar requiere medidas preventivas esenciales: la desparasitación. Parásitos internos como lombrices intestinales, y externos como pulgas, garrapatas, ácaros, pueden colarse en cualquier paseo y desencadenar desde molestias digestivas y anemia hasta dermatitis crónica y zoonosis.
“La clave está en anticiparse al problema”, señala Diego Pincheira, veterinario de Zoetis Chile. “Lo ideal es comenzar la desparasitación en las primeras semanas de vida—alrededor de las 2 o 3 semanas en cachorros—y repetirla de forma periódica según las indicaciones del profesional. De este modo, protegemos al animal de molestias y complicaciones mucho antes de que aparezcan los síntomas”.
Este cuidado preventivo puede marcar la diferencia: evita que un simple picor se convierta en dermatitis crónica, que una infestación leve derive en anemia y, sobre todo, que peligre la salud humana. Por eso, al recibir a un perro en casa, sin importar su linaje, es importante coordinar con el veterinario un calendario de desparasitación adecuado a su edad y estilo de vida.
En el fondo, la desparasitación oportuna es un gesto de amor y responsabilidad que trasciende modas o tendencias. Celebrar el Día del Perro Sin Raza implica también comprometernos a ofrecerles no solo un hogar lleno de mimos, sino un espacio seguro y libre de amenazas invisibles. Así, se puede disfrutar plenamente de su lealtad y alegría, sabiendo que su salud está en buenas manos.
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