Dr. Francisco Salvador: “La bacteria Mycoplasma es resistente a algunos antibióticos tradicionales”

MYCOPLASMA REFERENCIAL

El infectólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta (HCUA), hace un llamado de atención ante los aumentos de casos por la bacteria del Mycoplasma pneumoniae en la zona.

Según datos del Ministerio de Salud de Chile y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Mycoplasma pneumoniae, es una causa importante de infecciones respiratorias en la población infantil y juvenil, siendo responsable de aproximadamente el 20-40% de los casos de neumonía adquirida en la comunidad.

El médico internista e infectólogo del HCUA, y académico del Departamento de Ciencias Médicas de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad de Antofagasta, Dr. Francisco Salvador Saguez, abordó en detalle la amenaza que representa el Mycoplasma pneumoniae, un patógeno que, aunque menos conocido, es responsable de una de las formas más comunes de neumonía atípica, especialmente en niños y adultos jóvenes.

Se trata de una bacteria particular, debido a su ausencia de pared celular rígida, lo que le permite invadir las células del sistema inmunológico y persistir en el organismo por períodos prolongados. Esta característica, hace que el Mycoplasma sea resistente a algunos antibióticos convencionales, requiriendo tratamientos específicos con fármacos como macrólidos (azitromicina y claritromicina).

El Dr. Salvador, destaca que esta bacteria, afecta principalmente a niños entre 5 y 15 años, aunque también puede impactar a adultos jóvenes y a personas con sistemas inmunodeprimidos, como pacientes oncológicos o personas con VIH.

Síntomas y contagio

Entre los síntomas más característicos de la infección, se encuentran, tos seca persistente (que puede durar semanas), fiebre leve a moderada, dolor de garganta, fatiga extrema y, en algunos casos, dificultad para respirar.

“Lo particular del Mycoplasma es que la enfermedad se desarrolla de forma progresiva, afectando a varios miembros de una familia de manera secuencial. Desde el inicio de los síntomas en un individuo hasta que otro familiar se infecta, pueden transcurrir hasta cuatro semanas, lo que retrasa la detección y tratamiento oportuno”, agregó el Dr. Salvador.

En cuanto a la duración de la enfermedad, el Dr. Salvador, comenta que varía según la gravedad de ésta. “En los casos leves de 1 a 3 semanas, en los moderados de 4 a 6 semanas y en los más graves, podría extenderse por más de 6 semanas”, apuntó.

Diagnóstico y tratamiento

El infectólogo del HCUA, recomienda consultar con un profesional de salud cuando los síntomas persisten por más de una semana, “cuando haya dificultad respiratoria o dolor en el pecho, se presente fiebre alta que no cede con antipiréticos y cuando exista fatiga extrema o compromiso de conciencia, especialmente en adultos mayores”, dijo el Dr. Salvador.

El diagnóstico del Mycoplasma, se realiza mediante exámenes como la PCR o pruebas de inmunoglobulina IgM. El tratamiento principal consiste en antibióticos específicos (macrólidos como azitromicina) y en el manejo de los síntomas, se recomienda reposo, hidratación adecuada y uso de antitusivos, inhaladores y analgésicos como ibuprofeno.

Medidas de prevención

El Dr. Salvador, hace un llamado a la comunidad para que tome medidas preventivas similares a las utilizadas durante la pandemia por COVID-19, como uso de mascarilla, especialmente en espacios cerrados, lavado frecuente de manos con agua y jabón o alcohol gel, evitar el contacto cercano con personas infectadas, no compartir objetos personales como vasos o cubiertos y mantener una adecuada ventilación en los espacios compartidos.

Cabe destacar, que la presentación atípica y la persistencia prolongada de los síntomas pueden generar confusión diagnóstica, retrasando el tratamiento adecuado y favoreciendo su propagación dentro de grupos familiares o escolares. Por ello, la educación en torno a esta enfermedad y la implementación de medidas preventivas son esenciales para controlar su impacto en la salud pública.

El Dr. Salvador, concluye enfatizando la importancia de la detección precoz y del seguimiento médico para evitar complicaciones, especialmente en grupos de riesgo. “El Mycoplasma es una bacteria silenciosa, pero con las herramientas correctas podemos enfrentarla de manera efectiva”, asegura el especialista del HCUA.

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