Muchos se preguntan si vale la pena invertir en un cepillo eléctrico para mejorar su higiene bucal o si un cepillo manual es igual de efectivo. Sin embargo, ambos tipos de cepillo pueden ofrecer resultados similares si se emplean correctamente.
Los cepillos eléctricos son especialmente útiles para quienes tienen problemas de motricidad o para aquellos que no logran mantener una técnica adecuada con el cepillo manual. En estos casos, el movimiento automático del cepillo eléctrico puede mejorar la limpieza, asegurando una remoción más efectiva de placa bacteriana sin exigir tanto esfuerzo al usuario.
Pero, un cepillo manual puede ser igual de efectivo si se utiliza de forma adecuada.
Los cepillos eléctricos vienen en una amplia variedad de diseños y tamaños, pensados para personas de todas las edades. Sin embargo, al elegir uno para niños o adultos mayores, es esencial considerar su habilidad para manejar el dispositivo.
Se recomienda optar por cepillos de cabezal compacto y cerdas suaves, lo cual aplica tanto para los cepillos eléctricos como para los manuales. Además, asesorarse con un odontólogo puede ayudar a tomar la mejor decisión según las necesidades particulares de cada persona.
Sea eléctrico o manual, lo fundamental es incluir el uso de herramientas interdentales, como el hilo dental, para una limpieza completa. En conjunto, estas prácticas ayudan a prevenir las enfermedades bucales más comunes, como las caries y la enfermedad periodontal, favoreciendo una mejor salud bucal.
Dra. Constanza Caro
Académica Facultad de Odontología U. Andrés Bello
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