Durante el primer semestre, estudiantes de carreras de la Universidad, Centro de Formación Técnica e Instituto Profesional acompañaron social y académicamente a alumnos y alumnas que declararon tener algún tipo de discapacidad.
Jacqueline Hernández es estudiante de primer año de la carrera de Laboratorista Dental del Centro de Formación Técnica Santo Tomás Viña del Mar. Cuando ingresó, le costaba comunicarse con sus compañeros y confiesa que ni siquiera podía tomar locomoción colectiva por sí sola.
Tal como ella, otros 16 estudiantes que ingresaron a la educación superior en Santo Tomás declararon tener algún tipo de discapacidad. Esto permitió que ingresaran al programa Mentoring Inclusivo, a cargo del Centro de Aprendizaje, donde recibieron tutorías y acompañamiento de otros estudiantes como mentores.
“Este semestre tuvimos mucha convocatoria, hartos estudiantes que postularon para ser mentores y fuimos seleccionando de acuerdo con sus características personales y la venia que tenían sus jefaturas de carrera. En total fueron 16 mentores de la Universidad, Centro de Formación Técnica e Instituto Profesional quienes acompañaron a 17 estudiantes que declararon alguna situación de discapacidad”, explicó Roxana Silva, directora del Centro de Aprendizaje.
Para facilitar este apoyo entre mentor y estudiante, se eligen pares que tengan carreras o áreas de estudios afines. En el caso de Jacqueline, tuvo la suerte de ser acompañada por María Ester Barrientos, quien también está estudiando la carrera de Laboratorista Dental, pero en cursos superiores.
“Este programa me pareció extraordinario. Me gustó mucho porque ella es del sur, yo también soy del sur y congeniamos muy bien. Me ha ayudado bastante en lo social, en lo académico, subí mis notas. Santo Tomás para mí me ha ayudado bastante en todo, ahora puedo hacer mis cosas sola, antes no podía y poder sociabilizar con mis compañeros”, dice Jacqueline.
“Siempre he visto personas que se les complica a veces estudiar o tienen diversos obstáculos que se forman en el camino, entonces me gustó participar de esto, lo encontré interesante y obviamente el querer ayudar. A Jacqueline le ayudé en usar la plataforma, si tenían algún problema de aprendizaje, estudiaba con ella. Como nuestra carrera tiene mucho laboratorio le he ayudado harto en lo práctico ya que igual le cuesta un poco más”, indica María Ester.
El programa de Mentoring Inclusivo ha ido ampliándose cada año, con más estudiantes interesados en ayudar y ser apoyados. Para el segundo semestre se hará una nueva selección, aunque algunos de los pares formados en el primer semestre continuarán juntos el resto del 2024.
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