Dr. Danilo Leal Moraga, director del Magíster en Ciencias de la Computación
& Magíster en Ingeniería Informática U. Andrés Bello. Presidente Comisión Ciencia de Datos Colegio de Ingenieros, Zonal Valparaíso.
A medida que Chile se embarca en su Censo 2024, una serie de preocupaciones y dudas emergen entre la ciudadanía, reflejando una atmósfera de desconfianza hacia este ejercicio estadístico nacional. Las preguntas sobre el nombre completo y la cantidad de habitaciones en los hogares han generado particular inquietud, cuestionando la relevancia y el uso de la información recabada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
El censo, que se extiende de marzo a junio, ha sido criticado por la exclusión de ciertas preguntas que abordan las diversidades sexuales y el reconocimiento del trabajo de cuidados, lo que ha suscitado comentarios de diversos sectores sobre la integralidad del cuestionario. Los profesionales de estadísticas subrayan la importancia de una divulgación gubernamental efectiva para clarificar estos puntos y fomentar una participación informada y tranquila por parte de los ciudadanos.
Por otro lado, el INE ha aclarado que la información recogida está protegida por ley, y su divulgación está restringida a usos exclusivamente estadísticos. A medida que avanza el Censo 2024, las autoridades se esfuerzan por transparentar el proceso y reforzar la confianza pública en esta importante iniciativa nacional.
En un contexto marcado por una creciente insatisfacción ciudadana, la confianza en las instituciones chilenas enfrenta una crisis significativa. Múltiples escándalos de corrupción que han salido a la luz en años recientes, afectan la credibilidad de diversas instituciones. Desde la política hasta el sector privado, estos casos han contribuido a una percepción de que la integridad y la transparencia están en entredicho.
El estallido social de 2019, un hito en la historia reciente, refleja una profunda insatisfacción y un clamor por cambios estructurales. La demanda por mayor igualdad y justicia evidencia la desconexión entre las instituciones y las necesidades y expectativas de la ciudadanía.
Además, la crisis de representatividad y la influencia de los medios de comunicación y redes sociales en la construcción de la opinión pública son factores que no pueden ignorarse. Estos elementos contribuyen a moldear la percepción de que las instituciones no reflejan ni responden adecuadamente a las demandas de la población.
Este panorama plantea desafíos significativos para Chile, en donde la reconstrucción de la confianza institucional emerge como un imperativo para fortalecer la democracia y promover un desarrollo más inclusivo y equitativo.
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