La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso es la primera casa de estudios superiores de la región y la sexta a nivel país en adjudicación de proyectos Fondecyt Regular de la ANID con un total de 31 iniciativas en diversas áreas del conocimiento.
Al respecto, el vicerrector de Investigación, Creación e Innovación, Luis Mercado, expresó que Fondecyt Regular es el concurso más antiguo que existe en nuestro país para potenciar la investigación en ciencia y tecnología, lo que contribuye al crecimiento de este ámbito en la PUCV.
“Existe un grupo amplio de profesores y profesoras que ha ganado este concurso, lo que les ha permitido consolidar diversas líneas de investigación. También hay nuevos académicos y académicas que se incorporan a este concurso”, añadió.
Mercado expresó que la PUCV mantiene una tasa de adjudicación por sobre el 34% y con una tendencia al alza en comparación a años anteriores. “Es un reflejo del gran nivel de la investigación que tenemos en la Universidad. Estamos dentro de las instituciones que desarrollan la mayor cantidad de proyectos Fondecyt y es evidencia de que generamos un nivel de investigación óptimo. Somos líderes a nivel regional y tenemos la capacidad de llegar a diversas áreas del conocimiento, lo que se vincula con una institución que cultiva las ciencias, la tecnología, la ingeniería, las humanidades, ciencias sociales y las artes”, complementó.
INVESTIGADORES (AS) DIERON A CONOCER PROYECTOS
Con el propósito de generar un catastro georreferenciado de depósitos de residuos mineros y vertederos utilizando Inteligencia Artificial, el profesor Gabriel Hermosilla, de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, se adjudicó un Fondecyt Regular para concretar su proyecto “AI-MineSafe”.
Al respecto, el académico explicó que “este proyecto no solo aporta avances en la ciencia y la tecnología aplicadas a la gestión de depósitos mineros, sino que también es un paso adelante en la transformación digital de los procesos mineros, con un impacto significativo que trasciende la academia y llega hasta la industria y la sociedad. La posibilidad de contribuir a un futuro más seguro y sostenible para la minería en Chile y el mundo es una fuente de gran motivación para nosotros. Estamos convencidos de que la unión de conocimientos y la colaboración interdisciplinaria son clave para superar los retos actuales y futuros, reforzando nuestra visión de avanzar hacia soluciones integrales y beneficiosas para el país”.
La académica del Instituto de Literatura y Ciencias del Lenguaje (ILCL) de nuestra Universidad, Giselle Román, fue una de las ganadoras con su proyecto “Literatura para algo: cultura de la autoayuda y contra-técnicas miméticas del Caribe contemporáneo”. Su objetivo es estudiar una serie de textos de esta área del continente que establecen una relación denominada “mimética” con distintos tipos de manuales de autoayuda, para ponderar su valor crítico y cómo se diferencian de los cánones de la región.
“Éste es un importante paso en mi trayectoria como investigadora por varios motivos, principalmente por aportarme recursos para continuar formando estudiantes de pre y postgrado, quienes cada vez muestran más interés por investigar la literatura y cultura del Caribe. La región cuenta con un gran archivo de debates, a menudo desarrollados en una escritura que podemos llamar literaria, en torno al desplazamiento de culturas, y eso que a finales del siglo XX se comienza a nombrar con el término de globalización. Desde el Caribe se han elaborado estéticas y conceptos clave en el pensamiento latinoamericanista, como lo es el de transculturación, pero cuyos comienzos y recorridos caribeños suelen obliterarse”, precisó.
Por su parte, el profesor Juan Álvaro, de la Escuela de Agronomía se adjudicó la iniciativa “Rendimiento Árbol Frutal y mecanismos de adaptación de la planta a condiciones de déficit hídrico de palta Hass injerto sobre portapiezas comerciales en sistema de cultivo sin suelo”.
Respecto a los alcances el investigador explicó que sus resultados “proporcionarán, por primera vez, valiosa información científica sobre los mecanismos de adaptación de portainjertos comerciales de palto en Chile bajo niveles de déficit hídrico, incluyendo no sólo aspectos morfológicos, anatómicos y fisiológicos, sino también metabólicos. Además, se obtendrá información innovadora y relevante sobre el impacto del riego deficitario sostenido en contextos agronómicos comerciales, en términos de rendimiento y calidad de fruta en sistemas de cultivo sin suelo para lugares donde la escasez de tierra y agua son un hecho”.
Finalmente, Mónica Castañeda, de la Escuela de Ingeniería Industrial, desarrollará la propuesta titulada “Plan estratégico para incentivar la implantación de vehículos eléctricos y sistemas fotovoltaicos distribuidos en el sector residencial de Chile”, muy en boga en el contexto actual de la crisis climática.
“Para lograr esta transición es importante identificar estrategias que impulsen la adopción simultánea de vehículos eléctricos y generación solar fotovoltaica distribuida. Por lo tanto, el objetivo general de esta investigación es diseñar un plan estratégico para fomentar el despliegue de vehículos eléctricos y generación solar fotovoltaica en los hogares chilenos, a través de un modelo de simulación que considere aspectos como: precios horarios de la electricidad, políticas amigables con la tecnología, las emisiones y los costos de la tecnología, e infraestructura tecnológica.”, concluyó.
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