El profesor de la Escuela José Agustín Alfaro Adolfo Miranda Campillay es seleccionado chileno de Golbol.
El domingo recién pasado finalizaron los Juegos Panamericanos Santiago 2023, fiesta deportiva que ha sido catalogada por expertos como el evento deportivo más importante en la historia de Chile. Pero el programa deportivo continuará entre el 17 y 26 de noviembre con los Parapanamericanos Santiago 2023, que contará con más de 2.000 atletas de 33 países, y que tendrá una delegación chilena de 130 deportistas paralímpicos que competirán representando al país. Entre ellos destaca el docente Adolfo Miranda Campillay, coordinador pedagógico de la sala Enlace en la Escuela José Agustín Alfaro, perteneciente al Servicio Local de Educación Pública Puerto Cordillera.
El docente, que posee discapacidad visual, detalla que el deporte lo conoció cuando llegó proveniente de Freirina a la Región de Coquimbo a cursar sus estudios de enseñanza media. “Llegué a un establecimiento que trabaja con personas que tienen necesidades educativas especiales y en el interactuar con mis compañeros de curso descubrí el Golbol. Comencé a investigar sobre este deporte y me interesó practicarlo”, expresó el seleccionado chileno.
El Golbol es practicado por atletas ciegos o deficientes visuales que utilizan una pelota sonora. Esta disciplina, donde juegan dos equipos de tres jugadores cada uno, se ha convertido en uno de los deportes de equipo más emocionantes dentro del programa paralímpico. El docente destacó que “al conocer el deporte comencé con la práctica permanente. Al poco tiempo fui convocado por la selección chilena de Golbol dada la proyección que vieron en mí. Esto me ha llevado a participar en torneos nacionales siendo campeón, competencias a nivel sudamericano donde también logramos el primer lugar, logrando instalar a Chile dentro de los países reconocidos en este deporte”, destacando que participar en los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023 “es un sueño que se hace realidad. Uno al practicar algún deporte siempre tiene el anhelo de representar al país, competir y dejar su nombre en lo más alto”.
Cuenta además que ha recibido todo el apoyo de la comunidad educativa de la Escuela José Agustín Alfaro, donde las y los estudiantes le hacen ver lo orgullosos que están. “Las y los estudiantes ven en mí un referente en lo deportivo. Esto lo tomo con responsabilidad, dejándoles en claro que una discapacidad, u otras dificultades, no es limitante para alcanzar los sueños”.
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