Si bien ARCHI reconoce el valor social y territorial de las radios comunitarias, rechaza cualquier iniciativa que altere un marco legal que ha funcionado adecuadamente por más de una década, especialmente si esto implica introducir asimetrías regulatorias que afectan directamente a las radios comerciales, muchas de ellas pequeñas y medianas empresas familiares que sostienen la comunicación local en regiones como la nuestra.
Una competencia desigual que perjudica a los radiodifusores comerciales
Las medidas contenidas en el proyecto, como la ampliación del dial de 106.1 a 107.9 MHz; el aumento uniforme de la zona de servicio a 5 km y particularmente, la autorización para que las radios comunitarias emitan toda clase de publicidad, incluyendo la política, generan un escenario profundamente injusto para las radios comerciales, quienes deben:
Pagar concesiones y derechos asociados.
Cumplir exigencias técnicas y regulatorias estrictas.
Financiar sus operaciones sin subsidios estatales.
Competir en un mercado cada vez más estrecho y altamente regulado.
Mientras tanto, las radios comunitarias no enfrentan estos costos ni obligaciones, pero con esta reforma podrían transformarse en actores comerciales de facto, ocupando espacios de mercado sin asumir los compromisos financieros, tributarios ni técnicos que hoy rigen a las radios concesionadas.
Subsidios y subvenciones que profundizan la inequidad
ARCHI también manifiesta su inquietud por un aspecto que el proyecto no aborda: las radios comunitarias ya reciben subvenciones, fondos y programas públicos específicos, a los cuales las radios comerciales no pueden acceder.
Permitirles además competir en el mercado publicitario, sin costos, sin concesiones y con financiamiento estatal, distorsiona completamente las reglas del juego y amenaza la sostenibilidad de muchas radios locales que sí dependen de la publicidad para subsistir.
En localidades pequeñas, esta situación podría significar incluso la desaparición de radios comerciales con décadas de servicio y aporte cultural, social e informativo.
Una reforma que no resuelve problemas reales
La Ley 20.433, tal como está, funciona, regula y equilibra adecuadamente el ecosistema radial chileno.
Modificarla en los términos propuestos no fortalece la comunicación local: la debilita, la politiza y crea un sistema paralelo sin controles ni equidad competitiva.
El riesgo de que las radios comunitarias se transformen en plataformas político-electorales financiadas con recursos públicos no puede ser ignorado.
ARCHI Los Lagos, hace un llamado al Senado, Diputados y al Gobierno
Como Comité Regional, instamos a las autoridades a:
Revisar profundamente los alcances y efectos del proyecto.
Evitar legislar bajo presión o premura sobre un área tan sensible como el espectro radioeléctrico.
Garantizar condiciones equitativas para todos los actores que conforman el ecosistema radial.
Mantener el carácter comunitario, no comercial, de las RCC.
Abrir un diálogo transparente con los radiodifusores regionales antes de impulsar reformas que puedan dañar irreversiblemente el sistema.
ARCHI Los Lagos reafirma su compromiso con un ecosistema radial plural, equilibrado y sostenible
Nuestra región ha construido su identidad comunicacional sobre la base de radios responsables, sostenibles y profundamente conectadas con sus territorios. Medidas improvisadas o desequilibradas amenazan no solo al sector, sino también al derecho de las audiencias a contar con medios sólidos, estables y profesionalmente gestionados.
Cristián Labra González
Presidente Regional
ARCHI Los Lagos – Asociación de Radiodifusores de Chile
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