Desde una perspectiva de salud sexual y reproductiva, los efectos del abuso incluyen riesgos de infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados y mayor vulnerabilidad a la violencia en relaciones futuras. En Chile, cerca de 9 mil niños atendidos en programas de protección han sido víctimas de abuso sexual, lo que evidencia la necesidad urgente de prevención y apoyo. La educación sexual integral en la escuela, en las familias y comunidades es esencial, enseñando a los menores a reconocer y defender sus derechos sobre su cuerpo.
Si llega a producirse esta vulneración, las víctimas necesitan apoyo médico y psicológico especializado para sanar, y los sistemas de salud deben ofrecer acompañamiento a largo plazo. Es fundamental una colaboración intersectorial entre salud pública, educación, servicios sociales y organismos de protección infanto-juvenil. La capacitación de profesionales en esta temática permitirá detectar señales tempranas y ofrecer el apoyo adecuado.
Marcela Opazo Galaz
Académica de Obstetricia
Universidad Andrés Bello, Concepción
Cada vez se ha hecho más popular esta forma de alimentarse, que busca alternar periodos…
En medio del proceso de negociaciones entre Chile Vamos y Demócratas, orientadas a conformar una lista parlamentaria conjunta,…
La Corte Suprema ratificó el fallo emanado de la Corte de Apelaciones de Antofagasta, el…
Con una destacada convocatoria, se llevó a cabo la Mesa de Juventudes 2025, una instancia…
La autoridad local destacó que, en su última Cuenta Pública, el Presidente Gabriel Boric dio…
Aunque analgésicos y antiinflamatorios se venden sin receta en Chile, su uso correcto marca la…